en la Concatedral de Santa María 

La Orquesta Barroca de Castellón celebra la Navidad con un concierto de Bach

1/12/2021 - 

CASTELLÓ. Tras interpretar los 'Tre sestetti per tre violini, viola e due violoncelli obligatti. Op 1' de Gaetano Brunetti en la Academia de España en Roma y el Museo de la Música de Venecia, la Orquesta Barroca del Conservatorio Superior de Música de Castelló, bajo la dirección de Ángel Sampedro, retoma su programación, en colaboración de la Fundación Caja Castellón, con un concierto extraordinario de Johann Sebastian Bach, que se celebrará en la Concatedral de Santa María de Castelló de la Plana el próximo lunes, 13 de diciembre a las 18.30 horas. La entrada es gratuita con reserva previa de invitación en la Fundación Caja Castellón.

Considerado por muchos como el más grande compositor de todos los tiempos, Johann Sebastian Bach (Eisenach, 1685 - Leipzig, 1750) fue también organista, clavecinista, director de orquesta, violinista, violagambista, maestro de capilla, cantor y profesor alemán del período barroco. Tuvo una gran fama en toda Europa por su gran técnica y capacidad de improvisar música al teclado. Además, tocaba el violín y la viola da gamba.

Su fecunda obra es considerada la cima de la música barroca; destaca en ella su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, además de la síntesis de los diversos estilos nacionales de su época y del pasado. Bach es considerado el último gran maestro del arte del contrapunto y fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos, tales como Haydn, Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Schumann y Chopin, entre muchos otros.El catálogo completo de sus obras abarca más de 1100 composiciones. "Sabemos que, salvo la ópera, el maestro alemán se prodigó en todos los géneros. Por ello, llama la atención que, en un género como la suite orquestal, muy de moda para la época, escribiese tan solo cuatro piezas", destacan desde la Fundació.

Con origen en las breves piezas con que Jean-Baptiste Lully acostumbró a prologar sus óperas y balets, la suite, también llamada obertura, estaba conformada por una sucesión de danzas de nombre francés que venían a continuación de la obertura propiamente tal. Su popularidad era muy grande, resultado del furor que provocaba la cultura y música francesas en Alemania y otros países europeos durante los siglos XVI y XVII –un modo simple y austero de imitar el ‘glamour’ de la corte francesa. Las suites conformaban el lado ameno de la música pura, la forma con la que la nobleza se entretenía. El maestro, por su parte, prefería escribir música eclesiástica, o música que al menos incluyera el desafío de plasmar en ella una retadora fuga.

Durante mucho tiempo se pensó que fueron escritas en los años de Bach como Kapellmeister en la corte del Duque Leopoldo de Anhalt-Cöthen (1717-1723), la única vez en su larga carrera como músico profesional que su trabajo no incluía el suministro de música para los servicios de la iglesia luterana. El joven duque era calvinista, por lo que la música eclesiástica elaborada estaba fuera de discusión, pero era un ávido amante de la música y un músico capaz que reunió un conjunto instrumental de primera clase en el que él mismo tocaba el violín. En 1723 Bach dejó Cöthen para convertirse en el cantor de la St. Thomasschule de Leipzig, un trabajo que combinaba la dirección musical de tres iglesias, la dirección del coro y la enseñanza de música y latín. No se trataba, en apariencia, de escribir música puramente instrumental.

Pero a partir de 1729, Bach dirigió el Leipzig Collegium Musicum, que daba conciertos en el Coffee House de Zimmerman los viernes por la noche (en 1729 no existía una sala de conciertos pública). Hay pruebas de que algunas de sus ouvertures habrían sido tocadas en esos conciertos. La primera fuente conocida de la segunda apertura, para flauta y cuerdas en si menor, data de 1739, pero se cree que la versión que conocemos ahora puede no ser la original.

 

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