CASTELLÓ. La Generalitat Valenciana mantiene su línea de crédito de 50 millones de euros a las empresas cerámica en suspense: está tramitando las solicitudes recibidas pero no concederá ningún préstamo hasta que no se tome una decisión sobre cómo articular el otro paquete de ayudas que prepara el Consell, también cifrado en 50 millones de euros.
La Conselleria de Hacienda, a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), lanzó una línea de crédito para operaciones de financiación en condiciones ventajosas a las compañías del clúster cerámico, afectadas de lleno por la subida de los costes energéticos y el gas durante 2022. Una medida dotada con 50 millones de euros y para la que, según la conselleria que dirige Arcadi España, recibió peticiones por importe de 54 millones de euros, superior a la partida presupuestaria.
Sin embargo, la criba y concesión de préstamos todavía no ha empezado, aunque sí se está tramitando la documentación presentada por las compañías solicitantes. "Se ha ido trabajando con las empresas interesadas, pero todavía no se ha resuelto nada" al respecto, explican fuentes de la conselleria en cuestión, según las cuales las características finales de los préstamos pueden acabar cambiando.
El motivo no es otro que la otra medida de ayuda al sector azulejero impulsada por la Generalitat, que inicialmente se había planteado como una línea de ayudas directas a las empresas por valor de otros 50 millones -complementarios a los 50 de préstamos del IVF-. La ley Crea y Crece impide el acceso a ayudas públicas a las empresas con un período medio de pago a proveedores superior a 60 días. Una circunstancia que dificulta y mucho que llegue el dinero a compañías en delicada situación financiera.
Esta obligación se ha convertido en un obstáculo para las ayudas que prepara la Generalitat, que ahora estudia cómo articularlas para sortear el requisitos. En ese sentido el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció el pasado martes que la próxima semana se va a celebrar "la reunión definitiva" de la administración valenciana con la patronal de las azulejeras, Ascer, para "anunciar la vía de implementación". Una posibilidad, como ya había avanzado, es transformarlas en préstamos con un tipo de interés más bajo al de mercado.
La propuesta de la Generalitat incluye 50 millones en créditos a largo plazo con un tipo de interés más bajo que el del mercado y con una parte del préstamo (de un 10% o 15%) no retornable. Se trataría de dos tipos de líneas, una para circulante y otra para inversión. No obstante, Puig reconoció que la cantidad total "podría ampliarse" en función de lo que acuerden con las patronales, aunque recalcó que estos cincuenta millones tendrían unas condiciones más favorables que los otros cincuenta que el IVF ya tiene activos. La semana que viene se concretarán estos extremos.
En ese sentido, explican en la administración autonómica, si esto acaba aplicándose, las operaciones de crédito tendrían mejores condiciones económicas que el paquete de préstamos ya en trámite por parte del IVF. Una dualidad que la Generalitat quiere evitar, por lo que ha preferido esperar a tomar una decisión sobre las ayudas para, más tarde, coordinar la concesión de ambas líneas.