según un informe de la fundación adecco

Más de la mitad de los parados en Castellón supera los 45 años y en 2030 podrían alcanzar el 70%

15/06/2022 - 

CASTELLÓ. El imparable envejecimiento demográfico, motivado por una natalidad en mínimos históricos y una esperanza de vida récord, se traslada al mercado de trabajo dando como resultado una fuerza laboral cuya media de edad ya alcanza los 43 años y que en 2026 llegará a los 50, según previsiones del INE.

En la provincia de Castellón el porcentaje de desempleados sénior es aún mayor respecto al regional: según datos del SEPE (abril 2022), representan el 54% (20.117 de un total de 36.773). Esta proporción se ha incrementado notablemente en la última década: en 2012, solo el 33% de los desempleados en Castellón superaba los 45 años. 

Con ello, se observa que la proporción de desempleados sénior ha crecido a un ritmo de 2,1 puntos porcentuales al año. Si seguimos esta evolución, las personas sénior podrían suponer el 70% de los desempleados de la provincia en 2030. 

 En cuanto a los activos, los datos oficiales por provincias desglosan a partir de los 55 años de edad. Según recoge el INE, el 20% de las personas que tienen empleo o lo buscan en la provincia supera los 55 años, una cifra que se ha incrementado considerablemente en la última década, ya que en 2012 abarcaban a tan solo el 11% del total de la población activa en la provincia.

Más barreras para acceder al mercado laboral 

A  pesar de este peso cada vez mayor, se produce una paradoja, ya que las personas sénior encuentran dobles barreras para acceder al mercado laboral. En la actualidad, 135.000 personas mayores de 45 años buscan trabajo en Comunidad Valenciana y el 58% es desempleado de larga duración, una cifra que desciende hasta el 47% para el resto de la población.

Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, advierte que: “las personas sénior están adquiriendo un peso creciente y dominante en nuestra economía como trabajadores, consumidores y ciudadanos, por lo que su discriminación laboral supone un profundo contrasentido. Sin embargo, no solo es importante garantizar la no exclusión de los profesionales sénior, sino que es aún más estratégico reconocerles como indiscutibles agentes activos de crecimiento y desarrollo de la sociedad, siendo su participación en todas las esferas sociales, y particularmente el empleo, esencial para un futuro sostenible y competitivo”.

Mujer sénior

La mujer sénior afronta un doble estigma que dispara su desempleo de larga duración hasta el 61%. En la actualidad, son muchas las mujeres mayores de 45 años que perdieron su empleo en pandemia y aún no han logrado reengancharse al mercado laboral. “Es fundamental dotarlas de los recursos necesarios para conectar con los nichos de empleo emergentes, evitando así la cronificación de su desempleo y la exclusión social”- declara Begoña Bravo, responsable del plan de Integración de la Fundación Adecco.

Otro de los grandes retos es reforzar el apoyo y acompañamiento emocional de los desempleados sénior, quienes “pueden desarrollar problemas de salud mental debido a la situación de desempleo, que impacta negativamente en sus relaciones sociales y familiares y merma sus oportunidades profesionales”. -explica Bravo.

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