CASTELLÓN. El pequeño comercio de Castellón necesita reinventarse. Esa es la principal conclusión que destaca la concejala de Impulso de la Actividad Económica, Patricia Puerta, quien hace balance de las necesidades de un sector de capa caída desde hace años. En declaraciones a este diario, la edil reconoce la amenaza que representan las grandes superficies, pero propone un antídoto: la diferenciación.
“Ningún centro comercial puede competir con la atención personalizada y con la calidad y la tradición del producto o servicio que ofertan los pequeños comercios”, señala Puerta. Es precisamente en esas características diferenciadoras en las que debe incidir el sector para salir a flote, unidas, eso sí, a la incorporación de las nuevas tecnologías. “Los establecimientos deben tener también presencia online, no es incompatible con la tradición”, afirma la concejala.
En este sentido, el relevo generacional también ayuda a la pervivencia del comercio. Puerta asegura que los negocios que han pasado de padres a hijos se han modernizado y han crecido hasta el punto de ampliar sus fronteras fuera de Castellón.
Pone, además, varios ejemplos de casos de éxito en la ciudad, como la sastrería Paco Roca, de la calle Colón; la joyería Carlos Guinot, sita en Ruiz Zorrilla, o Higinio Mateu, en la calle Alloza. Son negocios locales que han llegado a hacer marca con presencia en internet y en algunos casos con un relevo generacional que ha impulsado su modernización.
La concejala Patricia Puerta recuerda que el contexto ha cambiado sustancialmente. Antes de la crisis de 2008, “Castellón era una ciudad en la que el comercio no tenía que esforzarse para vender; ahora, debe modernizarse”, sentencia.
Una de las vías que propone la edil para reforzar el sector es crear sinergias entre la hostelería y el comercio. “En muchas ciudades, los hosteleros y los comerciantes hacen campañas conjuntas para aprovechar el tirón de clientela de unos y otros”, señala Puerta. Un ejemplo serían los descuentos o las ofertas de consumiciones o tapas con la compra en determinados establecimientos.
El sector del comercio se suele quejar de las restricciones de acceso motorizado al centro de la ciudad y de la falta de aparcamiento gratuito, lo que les resta competitividad respecto a las grandes superficies como Salera o Estepark. Sin embargo, la edil de Impulso de la Actividad Económica niega la mayor. “No hay problemas de acceso al centro. De hecho, los fines de semana está lleno”, afirma Puerta, quien recuerda, además, que el ayuntamiento ha duplicado las señales de tráfico indicativas para facilitar la llegada de vehículos.
Sí reconoce, no obstante, problemas con los precios de los aparcamientos públicos. “Hemos intentado llegar a acuerdos con las empresas responsables de los parkings, pero no están por la labor”, lamenta la concejala, quien señala las excepciones del aparcamiento de la avenida del Mar y el del Grao, con tarifa plana.
La apuesta por el pequeño comercio de Castellón ha sido una de las máximas que ha regido la actuación de la concejala Patricia Puerta, quien prefiere no acudir a las inauguraciones que se dan en las grandes superficies. No asistió a la apertura de Leroy Merlin en Estepark y tampoco prevé hacerlo a la de Mercadona y Porcelanosa en el mismo recinto. “Nuestro apoyo es para el pequeño comercio, pero que no esté yo no significa que no vaya a haber representación municipal”, asegura la edil, quien matiza que el ayuntamiento estudiará si debe estar presente en las próximas inauguraciones de la nueva superficie comercial.
Sí hizo una excepción con la reciente apertura de Conforama, a la que asistió, según argumenta, porque el 90 por ciento de la plantilla fue contratada a través de los planes de empleo del ayuntamiento.