CASTELLÓ. El president de la Generalitat, Ximo Puig, escenificó ayer una especie de 'divorcio político' con la alcaldesa de la capital, Amparo Marco. El jefe del Consell acudió a la ciudad para visitar las obras del edificio de Borrull y para presentar, además, cómo será el edificio y sus usos futuros una vez esté concluido... pero sin Amparo Marco.
La alcaldesa tenía que presidir el pleno ordinario del mes de diciembre y la presentación del edificio llevaba meses en cola y, al final, la visita se ha tenido que realizar sin la presencia de Marco.
No obstante, no deja de ser una rareza institucional que un acto del presidente de la Generalitat se celebre en la capital sin la presencia de la máxima autoridad municipal, más siendo ambos del mismo partido.
Aunque las dos partes han restado importancia a lo sucedido y lo enmarcan en una casualidad, lo cierto es que existe un sustrato de conflicto en cuanto al edificio de Borrull entre ambas instituciones.
Por partes. El edificio de Borrull, ubicado en pleno centro de la ciudad, está abandonado de 2006 cuando se trasladaron los juzgados a la actual Ciudad de la Justicia. Desde entonces y hasta que el PSPV gobernó la capital el inmueble se encontraba abandonado de ahí que el nuevo gobierno liderado por Marco apostara por su rehabilitación.
De ahí que en mayo de 2017 se anunciara en un acto público la firma de un convenio entre Ayuntamiento y Generalitat y que consistía en que el Consell compraba el edificio y cedía la titularidad al Ayuntamiento quien asumía la contratación y financiación de las obras de rehabilitación, cuya dirección facultativa también asumiría. También se encargaría de efectuar la declaración de obra nueva y la división horizontal de la propiedad a favor de la Generalitat en la parte proporcional que le correspondía.
Pero, pese a estos, al final, el Consell está asumiendo también el coste de las obras y, en consecuencia, ha decidido que el inmueble seguirá siendo de titularidad autonómica y asumirá los Servicios Sociales de la Generalitat.
Tanto es así que Puig explicaba ayer que este edificio de 1.200 metros cuadrados, albergará las dependencias de la dirección territorial de Castellón de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, entre otros departamentos de la Generalitat.
No obstante, preguntado si finalmente el Ayuntamiento de Castelló integrará sus servicios sociales en este edificio, ha señalado que "si el Ayuntamiento está dispuesto" se analizará ya que "lo único importante es la ciudadanía" ya que el objetivo del Consell es poner los edificios al servicio de los vecinos, en este caso de la capital.
Además, el presidente ha recordado que "siempre he defendido que el centralismo no es bueno, no sólo de Madrid respecto a otras comunidades, sino desde Valencia hacia las provincias" y ha recordado que, por ese motivo el Consell está llevando a cabo la reforma de la sede de la Confederación Empresarial de Castellón, en la plaza de María Agustina, donde se ubicará la sede del Consell Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACV), así como el edificio de Correos, adquirido por la Generalitat, y donde tendrá su sede la fundación Valer.