CASTELLÓ. Roofeco Smart System surgió para dar respuesta a la necesidad de una multinacional de exportación de fruta en Costa Rica. Ante el reto de reciclar las bolsas de plástico que envuelven los racimos de bananas, un grupo de ingenieros llegó a lo que hoy es el producto estrella de Roofeco: una teja de polímero reciclado con un sistema de anclaje que permite una instalación fácil. Desde 2012 diseñan, producen y exportan este sistema de techado desde Vila-real, algo que les valió en 2017 el premio europeo al mejor producto reciclado.
Fueron una de las pymes seleccionada para recibir los fondos europeos de innovación Horizonte 2020. Según explica la gerente y socia de la empresa Marianella Martínez, esta ayuda les ha servido para redefinir su plan de negocio, "nos permitió hacer un plan de negocio muy bueno que nos ha llevado a hacer grandes cambios, una empresa que dispone de un plan de negocio siempre tendrá un futuro mucho más positivo que una que no lo tiene", apunta.
En España venden directamente a los consumidores a través de su canal online y también han alcanzado un acuerdo con Leroy Merlín para comercializar sus productos en su página web. Ahora, han conseguido asentarse en el mercado norteamericano a través de otro "potente comercializador". En cuanto al resto de Europa, la socia fundadora comenta que el consumidor final compra directamente a través de la web pero están explorando "potenciar la entrada en Portugal".
Martínez, explica que la clave del éxito para Roofeco reside en su "fuerte apuesta por la innovación". "Para competir con un producto con tanta historia y tan arraigado como la teja de barro cocido tienes que aportar una alternativa que ofrezca algo más". En su caso, las tejas de plástico ofrecen más ligereza, por lo que son más sencillas de instalar. "Al ser un sistema de tejado ligero, toda la estructura puede ser más liviana, no se requiere doble capa de mortero, lámina impermeable ni bardos cerámicos".
Una de sus piedras angulares es la sostenibilidad, algo que destacan también desde la compañía, "nuestros techos son más respetables con el medio ambiente ya que las tejas de material reciclado se pueden volver a reciclar. Nuestras tejas plásticas están hechas de polímeros compuestos y contienen además nanoaditivos que mejoran las propiedades de la materia prima".
En cuanto a su modelo de negocio, Martínez explica que se abastecen de personal indirecto a través de la subcontratación porqué "sería inviable para la empresa acometer la inversión que requiere la maquinaria para fabricar las tejas". Sin embargo, todas las empresas auxiliares con las que trabajan son de la Comunitat Valenciana, "gran parte de ellas de la provincia de Castellón".