CASTELLÓ. Una de las principales señas de identidad de Roots Club es que los djs pinchan únicamente en vinilo, pero además muchos practican el 'turntablism', que viene a ser el arte de crear música en tiempo real utilizando los platos o giradiscos. Desde que abriera sus puertas en octubre de 2018, la sala de Castelló tuvo claro que había que hacer algo por recuperar la figura del dj, así que por qué no convertirlos en sus 'maestros de ceremonia'. "Intentamos contar con gente profesional en un mundo donde hay mucha intrusión y se está devaluando la figura del dj", explican sus responsables.
Aunque los dj's no están situados en medio de la pista -esto se deja para el baile-, a diferencia de otros locales, su presencia es imposible de obviar. "Literal que la gente está encima suya, a escasos centímetros de distancia", cuentan desde el local. "Somos un elemento central. No se pueden encontrar muchos sitios así a nivel estatal", reivindicaba Fonki Cheff -dj de Benicarló- a este periódico en una entrevista pasada.
La cantidad de profesionales que han pasado por el club desde que abriera denota que son una parte fundamental del antro. Además de Fonki Cheff, en Roots Club se pueden encontrar grandes profesionales como son Ozetak, Rosvil, Pablo y Mashmaster, quienes cuentan con sesiones regulares, pero además, han recibido a muchos otros pinchadiscos. Marc Hype, Hermano L, Mezerg, Alexander Robotnic, Pimp, PlanB, Bettywaxxx, Jackwasfaster, Lova, Ches, Cop, Icy Amane, Adr, Toner, Shohai, Eterno Sound, Soak, Dreadsquad, Giussepe Beast, Tony Sabandija, Taktel, Keko, Freazer o Laley han ayudado a hacer de este club un referente. "Es un lujo poder ofrecer esta programación en un club tan pequeño de entrada gratuita. Jamón de pata negra a precio de mortadela", manifiestan los castellonenses.
Lo cierto es que no hay ningún otro club como este en Castelló. Podría parecer un riesgo en una ciudad tan pequeña abrir un local dedicado a música negra, pero no ha supuesto ninguna dificultad extra. La ciudad cuenta con una escena underground consolidada que respalda a Roots Club cada fin de semana. "Nos pareció una buena idea ofrecer algo diferente en un local que conocíamos muy bien y sabíamos las posibilidades que tenía. Y la verdad es que desde el día uno, el feedback de la gente ha sido muy positivo. Es de agradecer. Sentimos su respaldo y en ningún momento pensamos en tirar la toalla. Pasamos momentos difíciles y estuvimos 18 meses cerrados, pero aquí seguimos dando guerra y con más ganas que nunca".
En Roots Club una puede encontrar sobre todo funky, soul, hip-hop y r&b, pero también hay momentos de reggae, rumba, latin, cumbia, disco y música electrónica. Un "laboratorio musical", como su equipo define, que se acompaña, además, de una estética muy marcada.
"La transformación de Roots es continua y vamos introduciendo intervenciones y colaboraciones con diferentes artistas". El diseñador argentino Tato Repetto y los castellonenses Trashformaciones fueron los primeros en ayudar a dar sentido al lugar que se acompaña, entre otros, de un enorme graffiti hecho sobre chatarra reciclada.
En definitiva, Roots Club nació para crear un camino sonoro diferente en la ciudad, en un momento, además, en el que las salas de música flaqueaban en Castelló, con cierres tan sentidos como el del Four Seasons. Pese a este contexto, el local continuará con su propuesta underground, donde los djs tienen su reservado esperando. "Aún estamos creciendo. Quedan muchas cosas por hacer".
Este sábado, Ozetak visitará el club para demostrar que el arte del turntablism tiene todavía muchísimo recorrido. Sus sets se nutren de rap, rock, reagge o hasta jazz y blues.
