CASTELLÓ. La vocación de Max Aub por las letras empezó muy pronto. A los 12 años escribió su primer poema y aunque podría haberse quedado aquí la cosa, su vida continuó llenándose de libros e historias que desarrolló, eso sí, más allá del verso. Se le reconoce, de hecho, por sus novelas, principalmente El laberinto mágico, aunque también hizo ensayos y relatos. Así mismo, el escritor destacó por su aportación al mundo del teatro y fue quien gestionó el encargo del Guernica a Picasso para la Exposición Internacional de París. Una apasionante vida que estuvo, sin embargo, empañada por la guerra y todas las veces en las que el autor tuvo que huir de su residencia.
No tuvo Max Aub una vida, sin duda, de 'cuento'. Aunque, no por esto debería olvidarse. Más bien al revés. "Tuvo mucha más importancia en su momento de la que se le dio después. Hasta formó parte del jurado del Festival de Cannes y le nombraron Agregado Cultural de la Embajada de España en París", explica el periodista Miguel Alayrach quien, por encargo de la Fundación Max Aub, ha escrito una biografía en formato de álbum ilustrado con la que busca acercar la vida del destacado creador al público infantil. La artista de Jérica Meluca Redón se ha encargado de la parte gráfica de esta publicación que cuenta también con el apoyo del Ministerio de Cultura.
La increíble historia del genial Max Aub repasa la vida y obra del escritor, desde su nacimiento hasta su fallecimiento, deteniéndose en aquellos momentos tan importantes de su vida como fue la llegada al mundo de sus hijas. Ahora bien, aunque se trata de un cuento para niños, también se explica cómo a Max Aub se le prohibió la entrada en España, cómo tuvo que huir de varias guerras o cómo fue enviado a tres campos de concentración. También, la muerte de su madre y del propio escritor son parte importante del relato.
Para Miguel Alayrach hacerse cargo de la biografía de Max Aub fue todo un reto, precisamente, porque no podía dejar fuera del álbum las partes más oscuras de su vida, ya que perdería su sentido. "La muerte y el exilio son temas delicados, que has de tratar muy sutilmente con niños. No puedes ignorarlo, pero tampoco hay que insistir. Aun así, entendemos que los niños que lo leerán ya han oído hablar mucho de la guerra, por el conflicto de Rusia y Ucrania. Es algo que tienen asumido y que está bien que conozcan", señala el escritor de Geldo, quien es autor de más de una veintena de cuentos infantiles. "Lo que más me costó fue en realidad adaptarme a la no creación, todo lo que he hecho es de creación propia. La Fundación me contactó porque no se había hecho todavía ningún contenido de Max Aub para niños".
En su caso, Meluca Redón topó con la complejidad de que hay pocas imágenes de Max Aub. Por ello, la ilustradora tuvo que imaginarse cómo sería este de pequeño y para recrear su vida acabó recurriendo al archivo de la época. "Imaginarme a Max Aub y crearlo fue muy bonito, aunque me tuve que documentar bastante. Busqué imágenes de cómo vestían en años concretos, cómo eran por entonces las ciudades y también busqué el barco con el que el escritor se fue a México huyendo".