CASTELLÓ. Se ha consumido una semana más y la operación de venta del CD Castellón sigue sin estar cerrada. Eso sí, cierto es que el proyecto que encabeza el ex futbolista Maxi López junto al empresario también argentino Cristian Codoma, con negocios en el Reino Unido, ha ido dando pasos hacia adelante en busca del OK definitivo de Vicente Montesinos.
El pasado miércoles, según ha podido saber Castellón Plaza, tuvo lugar la última de las reuniones entre ambas partes, tras la que quedaron acordados los términos del acuerdo definitivo... a falta de la transferencia del montante económico solicitado por el todavía máximo accionista albinegro, cifrada en dos millones de euros.
A pesar de que desde dentro del club el mensaje era optimista respecto de la posibilidad incluso de hacer oficial el acuerdo antes del final de la presente semana, este no se ha producido y queda a la espera del último detalle, sin duda el más importante, el pago.
Maxi López contactó con el CD Castellón a través del agente valenciano José Seguí, que hizo de puente junto a Jordi Bruixola. A pesar de que en su día se apuntó su salida con destino Burgos para integrarse en el proyecto de Víctor Oñate y David Villa con el apoyo de capital japonés, lo cierto es que, si prospera la compra por parte de Maxi López, el valenciano se mantendrá en su puesto como principal cargo ejecutivo de la entidad albinegra.
El acuerdo contempla la salida de Vicente Montesinos, que ha quedado muy desgastado y que quiere echarse a un lado. No seguiría sus pasos su hermano Carlos Montesinos, principal valedor de Bruixola en el club y que lo ha apoyado en todo momento tras ser apartado de las decisiones deportivas tras el descenso a 1ª RFEF.
Los dos, junto a Ángel Dealbert, Xavi Galván y Óscar Cano (entonces entrenador albinegro) formaron la Comisión Deportiva que quedó hecha añicos engullida por el fútbol profesional y una serie, casi infinita, de pésimas decisiones deportivas que abocaron al club a un doloroso descenso. Ahora, Bruixola quiere mantener a Carlos Montesinos en el club y esta dupla puede convertirse en el eje del nuevo proyecto.
Si esta operación se confirma, se da por segura la salida de Ramón Villaverde, Nacho Vilaroig y Pepe Mascarell del CD Castellón. Hombres que han tenido un papel importante en el área de marketing, negocios y económica de la entidad en los últimos años. La parcela deportiva volverá a tener a Bruixola como pieza clave en las decisiones, aunque puede llegar una dirección deportiva nueva, probablemente, con José Seguí como hombre fuerte.
De hecho, Bruixola y Carlos Montesinos han contactado con entrenadores y jugadores en las últimas semanas y, en algunos casos, sin previa consulta con la dirección deportiva. Consta que, incluso, alguno de los nombres que han salido a la luz no convencen deportivamente al actual área deportiva y se han producido situaciones curiosas en las que algunos agentes futbolísticos han recibido doble llamada desde el club de Castalia, por parte de Bruixola y de Fernando Gómez.
A todo esto, dos hombres claves del proyecto Centurión como Dealbert y Pablo Hernández no se han pronunciado públicamente, a pesar de que no están en absoluto de acuerdo en la situación que se encuentra el club de bloqueo económico, deportivo y social desde hace ya casi dos meses.
Ante ésta indefinición, algunos ya han perdido la paciencia. Mario Barco y Dani Torres se cansaron de esperar. El fisioterapeuta Cristian Contador aceptó la oferta del Udinese italiano y Emilio Isierte, segundo entrenador la pasada campaña, según ha sabido este periódico, cuenta con una oferta importante del extranjero, que no es para acompañar a José Luis Oltra, y de hecho ha estado intentando convalidar su titulación federativa como técnico para poder aceptar la oferta y tramitar el alta de la licencia en dicho país como paso previo a su marcha.
En definitiva, el tiempo juega cada vez más en contra del futuro del club, que en unos días celebra su centenario. Cabe esperar que esto se produzca ya sin un bloqueo institucional del club... que puede llegar a costar muy caro.