CASTELLÓ. En el camino de Volvo hacia convertirse en un fabricante de automóviles totalmente eléctricos para 2030, un área de enfoque importante para sus inversiones en tecnología y gasto en I+D son los motores eléctricos, los inversores y la optimización general de la transmisión eléctrica.
Sólo ganando control sobre nuestra tecnología de electrificación (un proceso llamado “integración vertical”) se podrán crear automóviles Volvo puramente eléctricos que cumplan con todo lo que los clientes desean: mayor autonomía, carga más rápida y una excelente experiencia de conducción Volvo.
La última inversión del Volvo Cars Tech Fund, su rama de capital de riesgo corporativo, refleja esas ambiciones. Leadrive, una empresa con sede en Shanghai fundada en 2017, es un nuevo e interesante actor en electrónica de potencia y unidades de control para automóviles totalmente eléctricos.
Leadrive está especializado en el diseño y construcción de módulos de potencia que utilizan tecnología de carburo de silicio (SiC). El carburo de silicio es un material base semiconductor que promete desbloquear sistemas de propulsión eléctrica altamente eficientes y flexibles.
"La tecnología de Leadrive demuestra un gran potencial para el desarrollo de transmisiones eléctricas más eficientes", afirmó Alexander Petrofski, director ejecutivo de Volvo Cars Tech Fund. "Ese potencial se alinea estrechamente con nuestro propio enfoque en la electrificación, por lo que estamos entusiasmados de invertir en la empresa y ayudarla a seguir haciendo crecer su negocio".
"Volvo Cars y Leadrive han estado trabajando muy estrechamente en el desarrollo de tecnologías SiC de nueva generación, lo que ha construido un firme camino hacia la colaboración estratégica", afirmó Jie Shen, fundador y director ejecutivo de Leadrive. "Este es un gran hito en la estrategia global de Leadrive y demuestra el enorme potencial de nuestra cooperación en tecnología de electrificación avanzada".
Firmemente enfocados en la integración vertical
La inversión de Volvo en Leadrive encaja con su hoja de ruta de electrificación. La hoja de ruta, firmemente centrada en la integración vertical, también implica colaborar con socios relevantes cuando tenga sentido. Para hacer realidad esa hoja de ruta, Volvo ha duplicado sus inversiones en tecnología crítica en los últimos años y ha tomado decisiones clave sobre lo que construye frente a lo que compra.
Por ejemplo, Volvo ha incorporado internamente el desarrollo y la fabricación de motores eléctricos e inversores, mientras que también está desarrollando su propio software de gestión de baterías. Además de eso, la marca está invirtiendo en el desarrollo y producción de sus propios paquetes de baterías a través de Novo Energy, su empresa conjunta con Northvolt, optimizando la química de la batería y su integración en sus automóviles.
En conjunto, estas inversiones en baterías, motores eléctricos, inversores y software de gestión de baterías le permiten controlar todo el sistema de propulsión eléctrica de nuestros coches totalmente eléctricos. Al trabajar con empresas como Leadrive, Volvo puede ampliar su base de conocimientos y explorar nuevas tecnologías interesantes.