CASTELLÓ. Justo un año después de la retirada de la cruz del parque Ribalta, el grupo municipal Vox en el Ayuntamiento de Castelló reafirma su compromiso "con la reintegración de una cruz libre de cualquier connotación política dentro del parque en defensa de la libertad religiosa y de la calidad democrática". El coordinador de la formación y portavoz local, Antonio Ortolá, asegura que "vamos a hacer todo lo posible por restablecer este símbolo cristiano".
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Castelló, en 1979, acordó resignificar la cruz en el parque Ribalta, transformándola en un símbolo en recuerdo de las víctimas de la violencia. Desde entonces, la cruz ha sido percibida objetivamente como tal, desvinculada de cualquier connotación política o acto de homenaje al franquismo. La afirmación de que la retirada de la cruz se justifica para evitar actos de homenaje al franquismo realizada por el anterior gobierno es calificada por Vox como "un ataque a la libertad religiosa carente de fundamento legal".
Ortolá explica que "continuaremos defendiendo en los tribunales que la actuación del Ayuntamiento en relación con la cruz del Parque Ribalta fue ilegal. Vox luchará incansablemente por volver a poner una cruz en el parque Ribalta, que, despojada desde hace muchos años de toda connotación política, representa un símbolo cristiano arraigado en la historia de nuestra ciudad".
Además, Ortolá expresa su firme crítica en relación con el empleo de recursos destinados a la Memoria Democrática, considerándolo "como un despilfarro injustificado, especialmente en un momento en el que la economía local se encuentra confrontando numerosas dificultades". En sus declaraciones, destaca la necesidad de priorizar la asignación de fondos hacia áreas más urgentes y prioritarias para el bienestar y desarrollo de la ciudad, subrayando la importancia de adoptar medidas responsables en consonancia con la situación actual.
La reciente sentencia emitida por el Tribunal Supremo a favor de la reposición de la cruz de Betxí en su ubicación original ha generado un precedente significativo y optimista para el grupo municipal Vox. En el trasfondo de esta disputa se encuentra la orden del Ayuntamiento de Betxí en 2019, que dispuso el traslado de la cruz de la ermita del Calvario al cementerio municipal.
Hace poco menos de un año, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana reconoció la ilegalidad tanto de la retirada de la cruz como de su traslado, imponiendo la obligación al Ayuntamiento de Betxí de restituir la cruz a su emplazamiento original. La confirmación de esta decisión por parte del Tribunal Supremo, al no admitir el recurso municipal, es vista por el partido que lidera Ortolá como "un triunfo de la libertad religiosa y establece un precedente legal que Vox observa con optimismo, consolidando su compromiso con la defensa de símbolos culturales y religiosos en el espacio público".