VALÈNCIA (EP). Las empresas exportadoras de la Comunitat Valenciana se han enfocado desde la pandemia en mercados específicos para explotar mejor sus ventajas competitivas: el 79 por ciento ha centrado su actividad en una sola zona geográfica, principalmente la Unión Europea.
Esta es una de las conclusiones del informe 'Cambios en el posicionamiento internacional de las empresas valencianas durante y tras el COVID-19' del Observatorio sobre Gobierno, Estrategia y Competitividad de las Empresas (GECE), que ha presentado el investigador del Ivie y director de la Cátedra de Empresa Familiar, Alejandro Escribá, en una jornada organizada por CaixaBank y el Ivie.
Han participado también el director comercial de Banca de Empresas de CaixaBank en la Comunitat Valenciana, Felipe Pulido, y el director adjunto de Investigación del Ivie.
El informe señala, en palabras de Escribá, que el "posicionamiento internacional ha ayudado a las empresas a compensar el impacto en la economía más local de los shocks económicos de los últimos años".
Así, el porcentaje de ventas al exterior sobre el total se matuvo en el entorno del 40,6% de media en las empresas exportadoras de la Comunitat, 1,2 puntos porcentuales más que en 2019. Este aumento fue mayor que en el promedio de España, donde solo creció 0,3 puntos entre 2020 y 2019 y 0,2 puntos entre 2021 y 2020. El incremento más destacado se produjo en las grandes empresas valencianas, cuyo porcentaje de ventas internacionales aumentó 2,4 puntos en 2021.
Desde 2020 "se ha reducido la diversidad de áreas geográficas atendidas mediante la exportación y la UE ha crecido en importancia", ha destacado Escribá. El informe divide los destinos de exportaciones valencianas en ocho zonas: África, Asia, Oceania, América del Sur, América Central, América del Norte, Unión Europea y resto de Europa.
En ese sentido, crecen en casi 2,2 puntos porcentuales el porcentaje de empresas que atiende solo una de las áreas geográficas, hasta llegar al 79% en 2021, frente al 8,8% que venden sus productos en más de tres áreas.
La UE se sitúa como el área dominante, con un peso por encima del 85,6% en las medianas empresas y un 77,3% en grandes. En el caso de las pequeñas y las microempresas, la UE es el destino de la mitad de sus exportaciones
Según Escribá, "en este periodo tan complejo, las empresas han seleccionado los mercados que son mejores para ellas y han centrado su atención en un número de áreas geográficas menos disperso". "Las empresas que tienen capacidad para competir han atacado a mercados que son mas difíciles pero con un potencial mucho más beneficioso", como el europeo y norteamericano, ha explicado.
En esa línea, el 82,2% de las empresas clasificadas como de mayor competitividad solo exportaron a una zona geográfica en 2021, 2,3 puntos más que en 2019, frente al 74,1% de empresas de competitividad baja o medio-baja que en 2021 se centraron en un área.
"Las empresas con alta competitividad suelen escoger muy bien los mercados donde están, con un planteamiento más planificado. Las empresas con menor competitividad actúan de modo un poco más reactivo, tratan de explotar toda oportunidad que les sale", ha comentado Escribá.
No obstante, en la actividad exterior a través de filiales en el extranjero se da "el patrón contrario", ha destacado Escribá. El mayor tamaño empresarial está asociado a una mayor diversidad de áreas geográficas.
En conjunto, en la Comunitat Valenciana, el peso de empresas con filiales instaladas en dos o más áreas geográficas pasó del 17,4% en 2019 al 21,4% en 2021. La Unión Europea es también la ubicación preferida para la instalación de filiales, seguida de América del Sur, aunque durante la pandemia, las empresas valencianas medianas y grandes han acentuado su presencia en América del Norte.
La jornada ha incluido un coloquio, moderado por la directora del Centro de Empresas de Ontinyent en CaixaBank, Vanesa Llinares, en el que el director comercial Internacional de TCI Cutting, Jaume Fuster, y el CEO de Grespania, Luis Hernández, han explicado la experiencia de sus respectivas empresas en el mercado exterior.
Desde Grespania, dedicada al sector de pavimentos, azulejos y láminas cerámicas de gran tamaño, los métodos de entrada a un nuevo mercado no siguen una regla fija para decidir si se implantan mediante filiales, sino que el modelo depende de cada país. "Las filiales no pueden ser una carga para la empresa matriz. Empezamos de la forma económica y no costosa", ha indicado Luis Hernández.
Por su parte, TCI Cutting, con presencia en 28 países y que fabrica maquinaria de corte y ofrece software de gestión de la producción orientado a las 'smartfactory', la entrada se produce de forma "orgánica" con personal propio primero para abrir mercado, que después se ocupa de la apertura de la filial. Jaume Fuster ha indicado que la compañía ahora se encuentra en este proceso en Estados Unidos.
Sobre qué consejos darían a las empresas, Luis Hernández ha recomendado que se analice bien el producto en relación al mercado que se quiere ir y cuál será su competitividad, y ha puesto el foco en que se "debe asimilar muy bien la cultura" del país al que se dirigen. Fuster ha remarcado que el producto primero tiene que ser de una alta calidad que cumpla las necesidades de ese mercad, se debe trabajar la percepción de la marca y los consultores deben entender muy bien el componente local del país.
En opinión del directivo de Grespania, la pandemia no ha provocado una pérdida de cuota de mercado de las empresas europeas, sino que el continente lleva años "renunciando a su carácter manufacturero" y perdiendo competitividad debido a un "proceso de desgaste" por el "exceso de regulación" en materia medioambiental, industrial o laboral. Por ejemplo, considera que los objetivos adquiridos para 2030 son una "fantasía" que ha obligado a empresas emisoras de energía a "no hacer contratos a largo plazo", con una consecuente "carestía" y "volatilidad" que es "insostenible" para la industria.
Jaume Fuster ha llamado a que la pandemia sea un "punto de inflexión para reindustrializar Europa" y ha defendido que "el futuro debe estar basado en una industria hecha local". "Creemos firmemente en la marca Europa", ha asegurado, antes de opinar que el producto de calidad de países como China "no es tan económico" pero a Europa llega el de peor calidad.