CASTELLÓ. Estudiantes de Educación Primaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera han visitado la exposición Bio-lectures, Reflexions de l’entorn natural i rural contemporani, que alberga L’Espai d´Art Contemporani de Castelló, para reforzar su formación en sostenibilidad con la vista puesta en su futuro ejercicio profesional.
La visita forma parte de las iniciativas impulsadas desde el claustro de Magisterio para dotar a los próximos maestros de conocimientos y herramientas pedagógicas que les ayudarán a despertar la conciencia ecológica en los niños.
Y es que la educación visual y plástica, según la profesora de Magisterio que ha organizado ambas actividades, María José Rodríguez, es uno de los caminos para formar a esta nueva generación de maestros comprometidos con la sostenibilidad.
“El arte es una forma de conocimiento sensible y estético con gran poder de comunicación. Unas veces imagina, y otras denuncia y conciencia sobre problemas sociales y ambientales, como ocurre en esta exposición, vinculada al despoblamiento rural del interior de la provincia de Castellón”. “Esta muestra, prosigue la docente, tiene una clara intención de reflexión y conciencia ecológica al reivindicar un nuevo modelo productivo y de vida en estas comarcas”.
Esta visita ha proporcionado otras valiosas lecciones a los estudiantes de Magisterio del CEU. Además de disfrutar y valorar el arte contemporáneo, los próximos educadores han aprendido a diseñar y gestionar actividades formativas destinadas a los niños, gracias al mediador cultural Juan Francisco Fandos y al escultor Cristian Gil, uno de los autores de esta muestra colectiva, que han atendido personalmente a los alumnos.
Esta iniciativa formativa se suma a los numerosos proyectos impulsados por el claustro de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera para formar maestros comprometidos con la sostenibilidad, capaces de generar conciencia ecológica en los más pequeños. Y, en concreto, con los impulsados desde las asignaturas de educación plástica y visual, que aprovechan las posibilidades pedagógicas del arte para sensibilizar y formar en esta materia.
El ejemplo más reciente es el proyecto “La mar de plástico. Reducir y reutilizar antes que reciclar”, en el que los estudiantes de Magisterio, tras investigar sobre la sostenibilidad del medio marino y el problema de la contaminación, y conocer proyectos artísticos que denuncian las consecuencias negativas del plástico que desechamos a diario, comprobaron las posibilidades creativas y didácticas del PET. Y lo hicieron elaborando esculturas móviles de motivos marinos con bolsas y envases de este tipo de plástico que posteriormente unieron en una instalación artística colectiva que recreaba el fondo marino.
“Este tipo de instalaciones permitirán a los futuros maestros trabajar con los niños la biodiversidad marina y también a enseñarles a reutilizar estos plásticos dándoles otro uso con ingenio y creatividad”, explica María José Rodríguez.