CASTELLÓ. La solvencia ofensiva del Castellón tendrá una dura prueba en el partido de este sábado ante el Mallorca, equipo que cuenta con la retaguardia más sólida de la Liga Smartbank. El conjunto balear ha basado su éxito esta temporada en unos números defensivos imponentes, con solo 21 goles encajados en 34 jornadas disputadas.
Gracias a ello, los de Luis García Plaza acarician la Primera División, ya que ocupan la segunda de las plazas de ascenso directo con un margen de ocho puntos sobre la tercera posición, que corresponde al Almería.
Así pues, el reto del Castellón no será solamente frenar el talento de los hombres de creación del Mallorca –es el tercer equipo más realizador de la categoría-, sino encontrar soluciones ofensivas ante un rival que concede poco.
Desde la llegada de Juan Carlos Garrido al banquillo, los albinegros han incrementado su solvencia en los últimos metros gracias a una mayor efectividad en sus escasas aproximaciones al área contraria. Sin embargo, el técnico del Castellón no ha apostado por delanteros puros, ya que ha recurrido a menudo a jugadores como Rubén Díez y Jorge Fernández para ejercer esa función. Los orelluts no disponen de un goleador de referencia, como sí tienen muchos de los equipos de la Liga Smartbank.
Los regalos concedidos por algunos de sus últimos rivales, como Sabadell y Oviedo, y que han permitido al Castellón una máxima efectividad frente a equipos más dominadores, serán más difíciles de que se repitan ante un conjunto que ha mantenido la portería a cero en 21 de sus 34 partidos.
El Castellón, que llega al partido del sábado con muchas urgencias después de su derrota ante el Alcorcón, necesita encontrar soluciones para romper el hermetismo defensivo de un Mallorca que, salvo gran imprevisto, estará en Primera División la próxima temporada.