CASTELLÓ. "Aunque no vamos de guays, te sacamos el resultado". Así defienden Andrea Peris y Maria Sendra su trabajo como estilistas en el estudio 'isnotverycool'. Un proyecto que crearon hace dos años, tras mudarse a Londres, y con el que dieron un paso más en su -hasta el momento- pasivo contacto con el mundo de la moda. "Nos quisimos presentar así. Como dos personas que lo estaban intentando, que íbamos a trabajar con la mejor intención, sin hacer cosas todavía muy guays, pero que al final sí lo eran. Con el tiempo hemos seguido esa línea. Aunque no hemos podido acceder al gran título de fashions, hemos ido creando nuestro propio círculo de trabajo", cuenta la castellonense Andrea Peris.
Durante este tiempo 'isnotverycool' se ha encargado de crear el estilismo del último videoclip de Sia Lua, la que dicen ser la voz del nuevo pop oscuro europeo; de la revista de moda alemana Kaltblut Magazine o incluso han trabajado como asistentes de estilistas en el Wrong Number de Vogue Italia. "Aunque sea Londres donde más trabajos haya, no es fácil hacerse un hueco. Eso sí, poco a poco se está confiando más en los millennials que llegan desde cero. Nosotras no podemos decir que nos dediquemos por completo a nuestro estudio, pero cada vez damos pasos más grandes".
Todo empezó cuando ambas terminaron sus estudios en Publicidad y Periodismo. Estaban "un poco perdidas", no sabían qué hacer en su nueva vida como graduadas y como tantos otros jóvenes optaron por salir del país. Pego-Castellón-Londres fue su ruta, una ruta para nada extraña y que frecuentan cada vez más millennials en busca de un presente que les llene. Allí, instaladas en la capital inglesa, decidieron hacer un curso en estilismo y dirección creativa. Una decisión que lo cambió todo. "Realmente lo hicimos un poco a lo loco para poder orientarnos. A las dos nos gustaba la moda, pero solo éramos simples consumidoras. No lo veíamos como una posibilidad de trabajo. Más aún porque cuando no conoces el sector, piensas que solo hay dos caminos a los que dedicarse, el de diseñador o modelo. Pero el curso nos dio la posibilidad de empezar a hacer prácticas e indagar en la industria". Unos años después, Sendra compagina los proyectos en 'isnotverycool' con su trabajo como junior stylist para Harrods y Peris es también showroom manager en la Agency Eleven.
"Es difícil dedicarse a full time en un trabajo personal. Por eso, una opción suele ser la de trabajar para una marca como Inditex o Harrods, con quienes haces estilismos que posteriormente suben a las redes. Aquí la parte creativa está más alejada de ti, porque trabajas para un consumidor. Yo lo hago en mi día a día, pero con nuestro proyecto lo que tratamos es de hacer editoriales o contar una historia a partir de una idea. Son procesos de trabajo diferentes, en este caso lo que queremos es plasmar un concepto. Intentas buscar las marcas o los colores y estilos que concuerdan con lo que se quiere decir", explica Sendra.
A partir de aquí la clave para ir moviéndose en este peliagudo mundo es -según su propia experiencia- ir haciendo contactos que "te permitan ir creando una red de trabajo". "Siempre habrá un amigo de un amigo que haya visto tu perfil de Instagram y te recomienda". Mientras tanto, nada de aspirar a grandes marcas de moda: "Para llegar a ellas te hace falta más seguidores, hacer más trabajos o tener unos contactos que no tenemos. Esto es como el pez que se muerde la cola. Para que una marca te deje ropa tienes que tener un proyecto sólido, es decir, que te hayan publicado en una gran revista o que hayas hecho de estilista para un cantante conocido. Eso o tener caché. Pero si ninguna marca te ayuda y no puedes crear contenido bueno, tampoco te lo van a publicar en ningún sitio. Siempre estás peleando por ver cómo consigues la oportunidad", inciden las estilistas, que con todo, aseguran que esto no es un impedimento para ganar otro tipo de encargos. "Nosotras hemos llegado a un punto con ciertos clientes que ya directamente no necesitamos ningún tipo de aval, porque confían en lo que hacemos. Y al final se pueden hacer cosas maravillosas sin tener a los mejores detrás. También se basa en la creatividad de tu equipo".
Además de esto, las creadoras se unen a quienes defienden el papel de Instagram como el portfolio 'definitivo' para encontrar trabajo o, mínimo, para darse a conocer. La suya es una generación que no necesita ningún aval para hacer moda. Con las redes sociales tratan de abrirse solos sus propios caminos. "Instagram no es solo un lugar donde mostrar, sino al que acudir cuando necesitas referencias o contactos. De hecho, nosotras intentamos usarlo también como una lista de contactos. Las cuentas que seguimos son de marcas e influencers que nos gustan. Así cuando buscamos inspiración lo tenemos ahí todo, es como nuestro portal de referencia".
Si les preguntamos por las influencers y el papel directo que, en ocasiones, parecen tener en la moda, responden que en realidad estas solo tratan de dar visibilidad al producto, sin llegar más allá dentro del sector. "El papel de las influencers es muy concreto. No creo en si que haya mucho engagement entre el público y la marca que la influencer esté representando. Es como un anuncio de televisión. Tu sabes que si ellas lo llevan puesto lo van a ver miles de personas, pero eso no significa que miles de personas vayan a comprar o consumir el producto", explican.
En cuanto a sus propias ambiciones, a ambas les gustaría hacer de 'isnotverycool' un proyecto que evolucione en una marca propia. "Queremos probar otros trabajos en el mundo de la moda que no sean solo de estilista, como organizador de eventos o incluso tener algo nuestro y contar con un equipo de gente que le guste lo que hacemos. Al final tampoco optamos a ser unas grandes en la industria, pero sí nos gustaría vivir de esto y ser felices con ello".