CASTELLÓ. Una comida con amigos que se precie no lo es si no tiene, al menos, estos tres ingredientes: una paella, cervecitas al sol y alguien que se arranque a tocar la guitarra o cantar cuando llegan los gin tonics. Lo llevamos en la sangre, dicen, puede que sea la cultura mediterránea, tal vez, pero si aparece un cajón flamenco en escena, una guitarra y suena una 'rumbita' pocos se resisten a echar un baile.
Desde hace un tiempo se han instalado con fuerza en Castellón los tardeos con música en directo en bares y pubs y proliferan los grupos locales de rumba y flamenco. Un género que consigue juntar desde millenials a babyboomers y que triunfa en eventos como el Festival Flamenco Fusión de Benicàssim o el Flamenco Pop de Almassora que cada año reúnen a miles de personas. "Es algo que trasciende a la música, es un tema social, a la gente le gusta bailar y divertirse y este tipo de géneros invitan a ello", apunta Juan Lloria, organizador de eventos de flamenco en directo.
Lloria explica que una de las claves de que este sector esté en auge es que se retroalimenta. La aparición de nuevas agrupaciones de rumba ha provocado que poco a poco se hayan profesionalizado. "Antes eran cuatro amigos que se juntaban para tocar y ahora ha venido muy bien que haya tantos grupos porque con el aumento de la competencia ensayan más y mejoran la calidad", comenta Lloria.
Con ese espíritu de tocar para divertirse con amigos nacieron tanto Jarana como Rumba Decajón, dos grupos locales que están cada vez más presentes en el panorama musical de la provincia.
"Surge todo de una broma, no teníamos planteado hacer un grupo, nos juntamos con los amigos para comer y subimos un vídeo tocando. Nos escribieron de un pub preguntándonos si éramos un grupo y si queríamos ir a tocar, entonces nos pegamos un poco el farol y a raíz de eso surgió Rumba Decajón", confiesa Nacho Higuero, guitarrista de Decajón.
Ahora, tras dos años actuando esporádicamente, los chicos de Decajón (Marc Albalat, Jorge Girona, José Martínez y Nacho Higuero) acaban de lanzar su tercer single 'Flor de naranja' y lo presentan, este jueves en un concierto gratuito en el chiringuito La Playa. Con este tema pretenden poner en valor "la rumba de la terreta", según ellos mismos explican."La letra está hecha desde hace mucho tiempo pero, hasta día de hoy no habíamos tenido tiempo de grabarlas. Queremos salir de la imagen de grupo de versiones, que el público se mueva para ver a Decajón en concreto, más que al evento en sí" cuentan.
Otro grupo joven que se cuela en casi todos los carteles de eventos de flamenco y tardeos en directo es Jarana, que ya tienen su primer disco bajo el brazo, Vive, que publicaron el pasado 2018. Marcos Arrufat, percusionista del grupo, cuenta que a pesar de su éxito, no nacieron con visión de profesionalizarse y que de hecho, todos los integrantes del grupo lo compaginan con otro trabajo. "Al principio fue mucho sacrifico", cuenta Arrufat, pero remarca que para ellos no supone un sobre esfuerzo porque la música es su hobby.
A pesar de que muchos de estos grupos nacieron con vocación de tocar versiones porque les divertía, una de los puntales que les ha ayudado a consolidarse ha sido "que el tardeo se lleve tanto da facilidad, casa muy bien con la música en directo ", apunta Marcos Arrufat.
Para Nacho Higuero, una de las claves del interés actual por este tipo de grupos de música en directo radica en "la fiesta que genera, es un música que pega muy bien a cualquier hora del día y que es algo muy nuestro, va mucho con la personalidad latina, además, lo puedes montar fácil teniendo un cajón y una guitarra".
"El público de Castellón no es un público muy especializado, no busca un flamenco puro", apunta Higuero. "Son palos del flamenco que son igual de dignos que el flamenco puro, pero en la provincia la gente prefiere la rumba porque quiere bailar y divertirse", coincide Juan Lloria.
Además de los eventos privados y la programación de música en directo, sobre todo ahora en verano, en bares y pubs, otra de las patas que sostiene este boom de eventos de flamenco son las propias administraciones públicas que incluyen en su oferta cultural estos actos. Un buen ejemplo es el festival anual de flamenco que se celebra en Benicàssim en mayo. Desde el consistorio explican que con este evento buscan "desestacionalizar el turismo" ya que los hosteleros del municipio aseguran que "el impacto económico de este festival es comparable al día de las paellas de fiestas de enero".
"Desde el Ayuntamiento buscan reforzar el comercio local y programan a los grupos de Castellón durante el día para que llenen el ambiente y apuestan por un gran cabeza de cartel por la noche", comenta Lloria. Los Chunguitos, Ketama o Sara Baras son solo algunos ejemplos de artistas de reconocido prestigio que han actuado en el último año en la provincia.
"Cuando desde los ayuntamientos se ha organizado una primera edición de estos eventos se ha repetido, y sin perder calidad", afirma Lloria. Además, se suelen programar actividades complementarias como clases de percusión de cajón, clases de palmas o desfiles de trajes flamencos para ampliar el abanico de público.
El panorama de la música flamenca en directo vive sus momentos más dulces en Castellón, y por el momento su futuro parece esperanzador, ya que "sufre un efecto contagio" y cada vez más locales se suman a esta "moda del tardeo" porque bailar, disfrutar de la música y de unas cervecitas con amigos es algo que seguramente nunca pase de moda.