CASTELLÓ. Al Acord de Fadrell se le empiezan a atragantar dos de los proyectos prioritarios para los últimos meses de la legislatura. Tanto la nueva explotación del recinto de Ferias y Mercados como la rehabilitación de la biblioteca municipal permanecen varadas ante la falta de "novedades", como así reconoció el portavoz del ejecutivo local, José Luis López, en su última comparecencia pública tras la Junta de Gobierno Local.
Lo cierto es que, si bien el tripartito aspiraba a activar las licitaciones hace unos meses, la realidad es que ni siquiera existe una previsión respecto a cuándo será posible tratar en el seno del gobierno los respectivos concursos públicos. En el caso del recinto ferial, el principal escollo reside en la complejidad técnica del estudio de viabilidad económica, encargado a una empresa externa y que debe definir las cláusulas del nuevo contrato para gestionar la instalación.
El informe se externalizó en junio de 2022. A pesar de que trascendió que el nuevo pliego debe incluir la obligatoriedad de realizar una inversión de 2,5 millones de euros para mejoras de la infraestructura (a cargo de la futura adjudicataria), ya no ha vuelto a filtrarse nada más de las conclusiones del análisis. En este sentido, en esa comparecencia del pasado jueves, López admitió las "dificultades que nos han trasladado empresas especializadas para poner en marcha" el concurso público.
El embrollo para la nueva gestión de la instalación del PAU Gumbau no se debe a las características de la obra civil, ni tampoco a la amortización de la citada inversión a través del canon anual. La problemática estriba en cómo rentabilizar los dos aparcamientos asociados al recinto de Ferias y Mercados, que están en desuso desde la inauguración en 2008. Con capacidad para 490 vehículos (250 plazas uno y 240 el otro), la anterior concesionaria Refeyme se mostró incapaz de dar con la fórmula adecuada para abrir los parkings, que además tienen accesos independientes.
Tampoco el Ayuntamiento ha logrado atinar con el modelo en los casi tres años que lleva asumiendo el control del inmueble tras resolver el contrato con la antigua adjudicataria en mayo de 2020. La ubicación, casi en la periferia, resta atractivo para estacionar, a excepción de los días de mercado (los lunes) o cuando se celebra algún evento, como la feria de atracciones.
En cuanto a la reforma de la biblioteca municipal, el Ayuntamiento de Castelló sigue sin tener noticias del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Con la idea de obtener 2,6 millones de euros de fondos europeos vía Next Generation para ejecutar la actuación (cuantificado en 4,2 millones), el consistorio se presentó en mayo del año pasado a la convocatoria de ayudas al Plan de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP). En principio, la resolución acerca de la solicitud debía conocerse en octubre, como tarde.
Sin embargo, lo que se comunicó desde Madrid fue la imposibilidad de emitir una valoración ante la avalancha de proyectos recibidos de otras entidades locales. De hecho, el departamento de Raquel Sánchez se vio abocado a licitar una asistencia técnica externa con el fin de evaluar cada petición y realizar la correspondiente criba. Desde entonces, se continúa a la espera, lo que condiciona la decisión en relación a la intervención. La alcaldesa, Amparo Marco, ya anunció en su momento que, en el caso de no recibir financiación de Europa, el consistorio sufragaría en su totalidad el coste de la rehabilitación.