CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Almassora ha activado este jueves el presupuesto municipal de 2023 con la reunión de todos los departamentos para cerrar la Agenda Urbana 2030. La localidad fija así los proyectos clave que marcarán la hoja de ruta en el desarrollo de la ciudad. Este modelo arrancará con los 36.545.300 euros del presupuesto de este ejercicio, en el que la dotación de infraestructuras educativas y la movilidad eficiente copan la mayor parte de las inversiones.
Así, la empresa encargada de trazar las bases de la Agenda Urbana 2030 ha trazado los 18 proyectos matriz sobre los que trabajarán los diferentes departamentos para señalar cuáles son las actuaciones prioritarias para el desarrollo de Almassora. En el ejercicio actual, las inversiones alcanzan los 9.653.062,55 euros que, según la Intervención, crecerán a medida que avance el año con obras tan representativas como el fin del colegio Santa Quitèria.
Sin embargo, la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha puntualizado que la Agenda 2030 va más allá de los proyectos puramente urbanísticos y comprende también la dedicación a otras áreas como Servicios Sociales o Igualdad. No en vano, la atención a mayores, la exclusión social y el apoyo al comercio local a través de nuevas herramientas que fomenten su desarrollo serán clave en este diseño en el que participan los responsables de todos los departamentos.
Es por ello que empresa, técnicos y representantes políticos se han emplazado al día 30 para presentar los documentos definitivos con todas las actuaciones que quieren incluir en la Agenda. Cada área aportará sus objetivos y las líneas concretas de cada uno, además de iniciar la estimación económica que marcará la viabilidad y prioridad en el tiempo.
Este punto del proceso tiene lugar tras las acciones de participación ciudadana emprendidas y las reuniones de la mesa de trabajo para detectar también el potencial de los recursos municipales. Entre éstos destacan las infraestructuras verdes, la atención a familias con menores en situación de vulnerabilidad, el plan de recuperación y revitalización del comercio local, el bienestar de las personas vulnerables, la transformación digital y la formación, así como la ampliación del parque de vivienda pública y fomento del alquiler asequible.
Este último presupuesto municipal del Pacto de la Vila que entra hoy en vigor recoge gastos e inversiones vinculadas a estos objetivos, como los más de 1,3 millones de euros en políticas de empleo o los más de 700.000 euros cofinanciados con fondos FEDER de la Unión Europea para revitalizar los barrios de Corell, Fátima y Pío XII.