CASTELLÓ. Los nuevos consellers de Educación y Sanidad, Raquel Tamarit y Miguel Mínguez respectivamente, acaban de recoger su cartera y ya tienen una larga lista de deberes y asignaturas pendientes que cumplir en lo que resta de legislatura. Así lo defienden algunos sindicatos, colegios oficiales o asociaciones de madres y padres de la provincia de Castellón que, a tenor de esta renovación en el Consell, buscan que la administración valenciana salde las "cuentas pendientes" con el sector sanitario y la comunidad educativa.
Y aunque la remodelación del Consell no solo ha afectado a estas dos consellerias -Puig también ha hecho cambios en Innovación, Hacienda y Obras Públicas-, ambas ocupan un gran peso en la ristra de carteras y, a su vez, han sido de las más damnificadas por la pandemia de la covid-19. Un hecho que se ha traducido en un sinfín de protestas, concentraciones y huelgas, sobre todo entre el personal sanitario. Tal y como apuntan varios de los agentes implicados en los sistemas sanitario y educativo de la Comunitat Valenciana, "la crisis del coronavirus ha puesto en evidencia las carencias de ambas áreas" y, asimismo, "ha retrasado cualquier ápice de avance o mejora que pudieran experimentar".
Más y mejores infraestructuras, una mayor digitalización y mejores condiciones laborales para los docentes y los profesionales de la educación y la sanidad pública son algunas de las demandas que comparten ambos sectores. Hagamos un repaso.
En el caso de Sanidad, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Castellón (Comcas) tiene claro cuáles son sus peticiones para Mínguez. En primer lugar, esperan poder tener con el nuevo titular de Sanidad "un diálogo más fluido que con su predecesora". Algo que también esperan desde el Sindicato de Enfermería Satse Castellón y la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif). Y es que, tanto el organismo médico como los sindicatos ven extremadamente necesaria la comunicación entre todos los agentes implicados en la sanidad pública valenciana.
Otro de los deberes de los profesionales sanitarios para el nuevo conseller es la mejora de recursos humanos y técnicos. El Comcas ve una "medida urgente e inexcusable" la dotación de más profesionales y medios a la Atención Primaria, tanto urbana como rural. La necesidad de que se cubran las plantillas de todas las especialidades es otra de las demandas de los médicos y los sindicatos sanitarios. Desde Satse reconocen estar decepcionados con la conselleria "por la falta de enfermeras en el Hospital General de Castelló". "Tenemos una espinita clavada con este tema, aunque estamos pendientes que puedan llegar en septiembre", reconoce José María Calas, secretario provincial de Satse Castellón.
Otra de las asignaturas pendientes de la Conselleria de Sanidad a la que se tendrá que enfrentar Mínguez es la de la creación de nuevas plazas. A pesar de que la exconsellera Ana Barceló anunció el pasado mes de abril la creación de 6.000 plazas estructurales, los profesionales sanitarios ven insuficientes estos nuevos empleos. "El nuevo conseller debe ser más sensible con las necesidades de los centros de salud y hospitalarios de la provincia de Castellón y atender la demanda de creación de plazas. El reciente reparto de las 606 nuevas plazas estructurales para Castellón no satisface a los responsables de los centros", señala Eva Suárez, vicepresidenta primera del Comcas.
Asimismo, el colegio de médicos castellonense pide al nuevo responsable de Sanidad que paralice el cierre del Servicio del CICU en Castellón "porque su cierre y centralización en Valencia supondrá una merma en la calidad asistencial de los castellonenses". Otro de los deberes que le ponen al conseller es que impulse y agilice los trámites para crear un centro de trasplantes que evite el desplazamiento de los castellonenses hasta Valencia. Unas reivindicaciones a las que también se suma el sindicato CSIF, que tilda la gestión de la antigua consellera de "nefasta" y que espera que con este cambio al frente de la Conselleria de Sanidad "se deje de discriminar a la provincia de Castellón".
Pero el responsable de Sanidad no es al único al que le han puesto deberes. La hasta ahora secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit, tendrá que hacer frente a las reivindicaciones de sindicatos y AMPAs. Y es que entre las grandes demandas de la comunidad educativa está la de dotar al sistema educativo público de una mayor digitalización y que se mejoren las condiciones laborales del personal docente. Así lo defienden desde el Sindicato de Profesionales de la Enseñanza Pública ANPE. "La pandemia ha dejado en evidencia que tenemos pendiente digitalizar más la escuela y los institutos, estamos bastante retrasados frente a otros países europeos y andamos a años luz del resto de Europa en cuanto a nuevas tecnologías", señala su presidente Lauren Bárcena.
La mejora de infraestructuras es otra de las cuentas pendientes en Educación. Si bien durante los siete años que el ya exconseller Vicent Marzà ha estado al frente de este área se han construido nuevos centros educativos y se han realizado mejoras a través del Pla Edificant, los sindicatos consideran "que aún hay mucho por hacer" y que la pandemia "ha provocado una desaceleración importante en las ejecuciones previstas de este programa".
Por su parte, el presidente de la Federación de Madres y Padres de Alumnos de Castellón (FAMPA Castelló Penyagolosa), Josep Albiol, señala que "para transformar el sistema educativo hacen falta más de siete años, se requiere un esfuerzo colectivo y de decisiones muy reflexionadas y trabajadas para que con el paso del tiempo se puedan ver los resultados". Desde la FAMPA esperan que la nueva consellera "trabaje para seguir avanzando hacia una educación pública, gratuita, inclusiva, coeducadora y de calidad".