CASTELLÓ. Cuenta en la actualidad con 15 trabajadores a tiempo completo. En 2019 facturo 5 millones de euros. Es la primera empresa comarcal en cuanto a creación de empleo y el motor económico más importante de la localidad en la que se encuentra ubicada. Un actor fundamental en el desarrollo e implantación de iniciativas que ayudan a fijar la población en el entorno rural. Se trata de la Cooperativa Agrícola Sant Bertomeu d'Atzeneta, una entidad que apostó por la diversificación de los servicios a partir de 2007 y se ha convertido en una herramienta fundamental de creación de oportunidades para los ciudadanos y en un modelo a seguir.
La entidad no ha abandonado su carácter agrícola con el que nació en agosto de 1944, pero “si que ha apostado por la una fuerte diversificación con el objetivo de ampliar el área de negocio y dar respuesta a las necesidades de los socios y de los ciudadanos de la zona”, explica su gerente, Eladi Roca. Y los resultados les han dado la razón. De los cuatro trabajadores a tiempo completo que tenía en 2002, ha pasado a 15, de los cuales el 80% son mujeres; el año pasado facturó unos cinco millones de euros, mientras a principios de siglo apenas alcanzaba los 1,5 millones de euros; y es más, en los últimos años casi han doblado el número de socios, pasando de unos 700 a los 1.300 actuales.
El fruto del éxito solo se entiende con las ganas de reforzar el proyecto de la cooperativa, dentro de una estrategia de dinamización del negocio y de adaptarse a las necesidades de la localidad y sus vecinos. Así, la entidad cuenta con una sección de crédito que cubre las necesidades financieras de los socios; tiene una sección de energías renovables que gestiona un campo de placas solares y actúa como agente de comercialización de electricidad; gestiona una supermercado y una gasolinera; ofrece servicios de telefonía móvil e internet; ha impulsado la llegada de la fibra a Atzeneta y tiene en la comercialización de la almendra su principal área de negocio (1 millón de kilos en 2019).
Un éxito que quizá se deba, señala Roca, a que “la fórmula del cooperativismo tiene ese componente social que refuerza y pone en valor la pertenencia a un proyecto común”, y en ese sentido, asegura que “aparte de la diversificación, la cooperativa ha desarrollado durante los últimos años una clara vocación comarcal y está dando servicios a socios y socias de otras localidades y pedanías como Benafigos, Xodos, les Useres, Vistabella y els Ibarsos”. El gerente de la Cooperativa Sant Bertomeu indica que “la creación de riqueza y de puestos de trabajo en estos momentos significa que se puede llegar a fijar la población rural y la evolución de nuestra entidad es un ejemplo”. En este sentido, Roca dice que durante los últimos meses, algunas familias han establecido su residencia en Atzeneta y se ha incrementado el número de niños y niñas que van a la escuela.
El directivo de la Cooperativa Sant Bertomeu considera que la situación provocada por la covid-19 “ha reforzado la situación de las cooperativas agroalimentarias y del mundo rural y ha servido para poner en valor el trabajo del sector que ha sido esencial durante estos últimos meses” y entiende que “el futuro pasa por establecer esas sinergias con otros agentes socio económicos del territorio como mancomunidades, empresas y otras cooperativas para fijar el empleo y los servicios que demanda la sociedad rural”, siempre desde los valores de responsabilidad social y desarrollo sostenible.