CASTELLÓ. La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, ha reiterado hoy su “rechazo” y “tristeza” por la eliminación de la Cruz del Ribalta, “en una jornada que fue absolutamente bochornosa y triste para nuestra ciudad, puesto que solo ha servido para reabrir viejas heridas y enfrentar a los castellonenses en conflictos ideológicos que afortunadamente ya habíamos superado y que revivir ahora no aporta absolutamente nada a los vecinos”.
“Espero que esta decisión les pase factura. Espero que la responsabilidad se la pasen los castellonenses en las urnas. En cinco meses, tienen una opción, y pueden elegir entre un gobierno para todos, que trabaja y que mira al futuro, o un gobierno que está anclado en el pasado y en dividirnos. El 28 de mayo, los castellonenses han de protestar en las urnas, y donde hay que ejercer nuestro voto y nuestra libertad, la que defiende el Partido Popular, es en las urnas”, ha asegurado.
Begoña Carrasco ha lamentado que la alcaldesa Amparo Marco "no diera ayer la cara ante la ciudadanía, escondiéndose detrás de las palabras de unos concejales que desde el PP les recordamos que son de su equipo y que ella es quien les ha otorgado las competencias”. “El ataque a la Cruz del Ribalta de Castellón es una decisión exclusivamente política, de Amparo Marco. La cruz de Vila-real también tuvo su origen en las víctimas de la guerra y fue resignificada, como la de Castellón, por lo que sí está exceptuada”, ha subrayado.
La portavoz del PP se refiere así al hecho de que las cruces de Castellón y Vila-real son obras de autores reconocidos, Francisco Maristany y Vicente Traver Tomás en el caso de la capital de la Plana, y José Ortells, en el de Vila-real, todos con obras protegidas y de prestigio. Asimismo, ambos monumentos fueron resignificados, la de Castellón en el pleno del 31 de mayo de 1979, dedicándose “A todas las víctimas de la violencia” y la de Vila-real, a “Todos los muertos de Vila-real en todas las guerras”.
“¿Cuál es la diferencia? Desde el Partido Popular, como les ocurre a muchos ciudadanos, no entendemos ni vemos la diferencia que justifique por parte del PSOE y Compromís en la Generalitat el ataque a una de la cruces y la excepción en el otro, según el catálogo de vestigios actualizado en septiembre de 2022 elaborado por el gobierno de socialista de Ximo Puig”, ha incidido.
“¿La diferencia no será el gobierno local que hay? Mientras uno respeta las tradiciones, las creencias y las decisiones democráticamente adoptadas por corporaciones anteriores. Todo lo contrario que el tripartito de Castellón, que no está a la altura de las circunstancias, y que una vez más está volcado en hacer todo aquello que nadie le ha pedido”, ha afirmado.
“No entendemos tanta voluntad de dividir a los castellonenses con una cuestión que los vecinos tienen superada. Desde el PP defendemos la libertad de las personas para opinar, la tolerancia y el respeto para que todos los castellonenses sean iguales y con los mismos derechos piensen como piensen, y la democracia, porque gracias a los 40 años de trayectoria y al abrazo que se dieron nuestros abuelos, hoy disfrutamos de los derechos que tenemos. Espectáculos como el que organizó ayer el gobierno del PSOE de Castellón no se deberían haber producido y no se deberían dar nunca más, aunque el bochorno es constante, como ocurre ahora con el cambio de los nombres de los ilustres de las calles de nuestra ciudad”, ha lamentado.
”Rechazamos la confrontación, no queremos más divisiones, ni bandos porque quienes nos antecedieron en el cargo ya se encargaron de cerrar las heridas que no tiene ningún sentido reabrir. Abogamos por el Castellón de todas las personas y porque el gobierno municipal se centre en resolver los problemas reales que tienen los castellonenses con una crisis que ha encarecido el precio de la vida. Los cerca de 80.000 euros que cuesta la retirada de la cruz serían más provechosos para ayudar a las familias allegar a fin de mes”, ha concluido.