Castelló afrontará el 28 de abril la última 'meta volante' para finiquitar su futuro marco urbanístico

CASTELLÓ. Al Acord de Fadrell sí le salen las cuentas para completar la farragosa tramitación del Plan General de Castelló antes del verano. Tras validar en noviembre de 2021 la pieza Estructural, uno de los dos documentos del planteamiento urbanístico, el equipo de gobierno por fin tiene fecha para aprobar la otra herramienta urbana, la correspondiente a la ordenación Pormenorizada. El pleno del 28 de abril incorporará en el orden del día la resolución con las 377 alegaciones.

Con ello, la coalición que forman el PSPV, Compromís y Podem-EUPV dará casi dar por finiquitado el procedimiento administrativo del marco jurídico. Solo restará celebrar una última sesión plenaria, en la que la corporación avalará un informe sobre el impacto medioambiental.

Este mismo miércoles la Junta de Gobierno Local certifica el proyecto de propuesta del citado documento Pormenorizado, que concreta y regla el uso detallado del suelo y la edificación. No en vano, complementa el Estructural, que define el modelo territorial, además de coordinador y regular la localización espacial de los usos generales en todo el término municipal.

Con la aprobación del Pormenorizado a finales de abril, el ejecutivo local superará la última meta volante antes de llegar al final de una etapa que dura seis años. Desde la pasada legislatura, el Fadrell trabaja para poner fin al vacío legal que impide tanto desarrollar nuevos sectores de la ciudad como atraer inversiones a través del asentamiento de grandes compañías, dispuestas a expandirse en el caso de contar con suelo industrial.

Inseguridad jurídica

Castelló lleva 21 años de inseguridad jurídica a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de anular en 2008 el PGOU que impulsó el PP en el año 2000. Desde entonces, para garantizar un desarrollo urbanístico estructurado, el Ayuntamiento se ha visto abocado a solicitar al Consell distintas moratorias respecto a las normas urbanísticas transitorias de urgencia.

La última, concedida en febrero del 2021, expira este 30 de abril. Sin embargo, no será necesario plantear una nueva prórroga, toda vez que la entrada en vigor del Estructural permite autorizar nuevos proyectos. Eso sí, siempre que estén contemplados en el actual diseño urbano y sin afectar a zonas cuyo crecimiento dependa de la validación de los dos documentos del Plan General.

El Consell autorizó por primera vez las normas de urgencia en 2012. En febrero de 2015, la Generalitat renovó la vigencia de los preceptos transitorios hasta diciembre de 2018. Unos días antes de esta última data, la administración autonómica concedió otra prórroga. En esta ocasión, hasta el 1 de abril de 2021. En realidad, esa nueva moratoria se dilató hasta el 21 de junio por el estado de alarma a consecuencia de la covid-19. Antes de cumplirse esa fecha, el ejecutivo valenciano otorgó el enésimo aplazamiento. En concreto, hasta esa fecha del 30 de abril de 2022.