CASTELLÓ. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló, compuesto por el PP y Vox, encarrila las nuevas ordenanzas fiscales para allanar el camino del presupuesto 2024. La bajada de tributos promovida por la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, está cada vez más cerca de materializarse tras haberse definido la estrategia administrativa para su aprobación antes de acabar 2023.
Después de los anuncios de las últimas semanas sobre la reducción del coeficiente municipal en el Impuesto de Bienes Inmuebles (que se quede en un 0,66%), la eliminación de la tasa de terrazas (los 12 meses del próximo año) y el reajuste a la baja de la plusvalía, la Concejalía de Hacienda maneja un cronograma sobre las distintas fases para culminar con éxito la tramitación. Salvo sorpresa inesperada, el procedimiento se zanjará con dos plenos y una exposición pública.
La cuenta atrás arrancará el próximo 26 de octubre. Ese día el concejal del área, Juan Carlos Redondo, defenderá y someterá al filtro de la corporación la fiscalidad para el próximo año. En principio, el visto bueno a su propuesta no revestirá dificultad por la mayoría parlamentaria que ostentan el PP y Vox (15 concejales frente a los 12 que suman el PSPV y Compromís).
A partir de ahí, se activará una consulta popular de 30 días hábiles a fin de que cualquier vecino o asociación pueda presentar alegaciones. Al no contar los festivos, se estima que el plazo se alargará hasta finales de noviembre o principios de diciembre. Si durante ese periodo no se registra ningún escrito en contra de las modificaciones tributarias, en la sesión ordinaria del último mes del año (el día 21) se procederá a la validación definitiva por parte de los grupos políticos.
Del IBI, gravamen de ocupación de vía pública y plusvalía, la primera contribución es la que más urge y preocupa al equipo de gobierno. A diferencia de las otras dos, resulta preceptivo que la aprobación se concrete antes del 31 de diciembre. De lo contrario, no entrará en vigor el 1 de enero, con el consiguiente contratiempo para el ejecutivo local y los contribuyentes. En el caso de las otras dos cargas fiscales, la de la terraza y la del incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana cuentan con más flexibilidad temporal para su aprobación.
Con la hoja de ruta perfilada respecto a las ordenanzas fiscales, Hacienda focaliza sus esfuerzos en la elaboración de las próximas cuentas municipales, las primeras de la alianza PP-Vox. Después de que los técnicos del órgano de gestión presupuestaria y contable hayan analizado en estas semanas los planes departamentales, este miércoles los grupos municipales de la derecha y extrema derecha iniciarán el debate político para cuadrar los capítulos de ingresos y gastos.
La reflexión interna se prolongará hasta el 31 de octubre. Tras el festivo del 1 de noviembre, el borrador entrará en su fase más polémica. Entre el 2 y el 10, se procederá a la elaboración de la documentación presupuestaria. El 28 de noviembre, la Junta de Gobierno Local validará las cuentas municipales para posteriormente entregárselas a la oposición de cara a la posible formalización de enmiendas. Siempre que no surjan contratiempos, el 15 de diciembre se celebrará el pleno de presupuesto para que sea una realidad el 16 de enero.