Imagen de archivo de la calle Barracas de las Tascas. Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. Las medidas correctoras de la zona acústicamente saturada (ZAS) de las Tascas de Castellón comienzan a surtir efecto. Al menos, así lo constatan las últimas mediciones realizadas a cargo de los funcionarios municipales. En realidad, la disminución de ruido se da exclusivamente en la calle Isaac Peral, donde el Ayuntamiento valora la posibilidad de eliminar en un futuro las restricciones horarias.
Esa supresión dependerá de que los niveles de decibelios se mantengan por debajo del máximo permitido por la ley en un periodo continuado de un año. Si los sondeos verifican esa mejoría respecto a la contaminación acústica para que ocio y descanso resulten compatibles, el equipo de gobierno propondrá eliminar la ZAS.
En Isaac Peral, a diferencia de la calle Barracas y plaza Santa Clara, donde también se aplican las medidas correctoras, el cierre de establecimientos hosteleros ha sido una constante en los últimos años desde que bajó la persiana el Mejillón y posteriormente La Cueva. Quizás por ello, según considera el tripartito, el ruido ha ido reduciéndose progresivamente.
La decisión de levantar las restricciones en una parte de las Tascas beneficiaría indirectamente al Casino Antiguo, cuyo abastecedor mantiene un litigio con el Ayuntamiento de Castelló a propósito de la licencia de ocio para la apertura de actividad restauración salón lounge en el jardín. De hecho, el consistorio se ha personado ante el juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 por el recurso interpuesto por la mercantil Serveis Hostalers de Castelló SL, que gestiona la barra exterior, contra el decreto dictado por el teniente de Alcaldía, que desestimó el recurso de reposición interpuesto contra otro que resolvió tener no efectuada la declaración responsable.
En otras palabras, al abastecedor del Casino Antiguo se le denegó esa declaración responsable, preceptiva para el permiso de actividad, por presentar de forma incompleta la documentación y, sobre todo, por lindar el jardín con la ZAS. De hecho, esto último es lo que impide al consistorio autorizar la licencia de ocio, de manera que las medidas correctoras son un obstáculo insalvable mientras persistan.
La actualización de la normativa sobre contaminación acústica, a principios de año, permite consumir alcohol en la calle hasta las 22.30 horas de jueves a sábado. Ese reajuste se produjo el 13 de enero. Hasta ese día, las medidas correctoras daban cierto margen a los hosteleros, con posibilidad de servir bebidas hasta las 23.00 horas.
Las Tascas siempre han supuesto un quebradero de cabeza para los diferentes equipos de gobierno desde que en 2010 se declarara el entorno como zona acústicamente saturada. Las continuas mediciones mostraban niveles de ruido un 20% por encima de los 55 decibelios de día y 45 de noche. A partir del cambio de signo político en el Ayuntamiento de Castelló tras los comicios de 2015, las limitaciones se incrementaron y ahora empiezan a dar sus frutos con niveles razonables para la salud.
