CASTELLÓ. La crisis demográfica es una problemática a la que la provincia de Castellón se enfrenta desde hace tiempo. Y es que el 60% de los 135 municipios que conforman la provincia se encuentra en riesgo de despoblación, sobre todo en los municipios del interior: 90 localidades castellonenses no superan los 1.000 habitantes y 18 ni siquiera llegan a los 100. Sin embargo, a ojos de Europa, la provincia de Castellón no está despoblada y ha quedado excluida de una serie de ayudas y ventajas impulsadas por la Comisión Europea para abordar el reto demográfico. ¿Por qué?
Tal y como apuntan desde la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica (ADSC), una asociación que ha acuñado este término geográfico para resaltarlo como un auténtico desierto demográfico, solamente las provincias de Soria, Teruel y Cuenca han sido consideradas oficialmente despobladas para recibir estas ayudas y otras ventajas aprobadas por la Comisión Europea. Y la respuesta a la cuestión de por qué el territorio castellonense se ha quedado fuera tiene que ver con la densidad poblacional de su superficie. Para optar a estas ayudas, la Unión Europea hace una media entre la extensión y los vecinos de cada provincia y establece el límite en una densidad de población de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. La media de Castellón se sitúa en 86,4 h/Km2. Sin embargo, algunas de sus comarcas se sitúan muy por debajo de este índice.
Los territorios del Alto Palancia, el Alto Mijares y Els Ports son los más damnificados por el éxodo rural. La comarca de Els Ports presenta una tasa de crecimiento demográfico negativa (-15,68%), así como los pueblos que conforman la comarca del Alt Millars donde la tasa se sitúa en -19,79%. De hecho, en la provincia de Castellón se encuentra el municipio menos poblado de toda la Comunitat Valenciana: Castell de Cabres, que cuenta solamente con 22 personas empadronadas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El éxodo rural, la escasa tasa de natalidad y la falta de recursos que hagan viable la vida en los municipios del interior para las personas más jóvenes están disparando la tasa de población envejecida. Y esto condena a las localidades del interior a la desaparición.
"El caso del territorio castellonense es muy significativo, porque la densidad de población es mucho mayor en los grandes núcleos urbanos y los municipios costeros. Pero no es así en las comarcas del interior", señala el presidente de la ADSC, Marco Campos. Los últimos datos del INE señalan que más de 590.000 personas viven en la provincia de Castellón, sin embargo la mayor parte de la población se concentra en el litoral y las grandes ciudades.
El clima, la industria o las mayores comodidades son algunas de las razones que hacen que la población castellonense se decante más por hacer vida en los municipios grandes. Además, la dependencia de estos núcleos urbanos y el imparable envejecimiento de la población (sobre todo en el Alto Mijares y Els Ports) agravan cada vez más el estado del interior de la provincia, que ha ido vaciándose poco a poco.
Según explica el presidente de la asociación, la zona de Castellón integrada en la Serranía Celtibérica, marcada por la falta de habitantes, reúne a 46 municipios y solo supone el 2,5% de los habitantes de la provincia. "Su índice de población se sitúa en 2,5 h/Km2, lo que técnicamente se debería considerar como Área Muy Escasamente Poblada o verdadero desierto demográfico", apunta Campos.
Para que Castellón tenga las mismas oportunidades que las provincias de Teruel, Soria y Cuenca, desde la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica piden que no sea la provincia la unidad utilizada para realizar análisis demográficos, sino que se haga a nivel municipal y sea por agrupación de municipios la forma de determinar las áreas muy escasamente pobladas susceptibles de recibir las ayudas de la Comisión Europea. Cabe destacar que no solo el territorio castellonense se ha visto 'excluido', también provincias de Galicia o Extremadura se enfrentan a la misma situación.
Las subvenciones a las que se refieren desde la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica están contempladas dentro del Mapa de Ayudas de Finalidad Regional (2022-2027) aprobadas por la Comisión Europea. Y es que a finales de 2022 el Gobierno anunció ayudas para reducir costes laborales en las provincias de Soria, Teruel y Cuenca.
En concreto, para ayudar a la consolidación y creación de empleo en estos tres territorios, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció una reducción del 5% en la cotización por contingencias comunes de las empresas en todos los contratos indefinidos existentes en el ámbito provincial, del 15% en los nuevos contratos indefinidos y del 20% en nuevos contratos indefinidos en empresas situadas en municipios de hasta 1.000 habitantes. Son solo algunos ejemplos de los que el interior de Castellón podría beneficiarse si, de forma oficial, Bruselas estimase esta zona como altamente despoblada, un aspecto que en realidad sucede, pero que queda difuminado al evaluarla conjuntamente con el litoral.