CASTELLÓ. El espíritu de Alberto Casero, parlamentario popular que salvó la reforma laboral de Pedro Sánchez en el Congreso al votar a favor por error, sobrevoló este martes el pleno de la Diputación de Castellón. Al menos cinco diputados del PSPV se confundieron al levantar la mano para aprobar una moción del PP sobre los incendios, que además reprobaba la gestión del equipo de gobierno a propósito de las ayudas a los municipios afectados.
Los socialistas Santi Pérez, Abel Ibáñez, Ximo Huguet, Tania Baños y María Jiménez respaldaron en una primera votación la propuesta del principal partido de la oposición (las imágenes del streaming no aclaran si también lo hizo Lluïsa Monferrer) ante el desconcierto del resto de sus compañeros, de los representantes de Compromís (el otro socio del bipartito) y del propio presidente, José Martí. Incluso, esa confusión llevó al secretario a validar el resultado, pronunciando la frase tantas veces repetida: "Aprobado por unanimidad, señor presidente". En realidad, la iniciativa salió adelante con 18 síes de los 27 posibles, esto es, 11 del partido popular, dos de Ciudadanos y cinco de los reseñados diputados.
La rápida reacción de Martí sofocó el fuego que se acaba de producir por el despiste de parte de su grupo. Con el argumento de que ni él ni la vicepresidenta, Patricia Puerta, ni varios diputados (del PSPV y los dos de la coalición valencianista) se habían pronunciado sobre la moción, logró que se repitiera el proceso de mano alzada ante las protestas de la bancada de la derecha. Esta vez no hubo equivocaciones, siendo rechazada la iniciativa. Los 14 noes del equipo de gobierno desequilibraron la balanza frente a los 13 votos a favor del PP y Cs.
"En cualquier caso, a efectos del acta, se hace constar que en esa primera votación, y siguiendo con la inercia, se ha levantado alguna mano y se ha entendido que se ha votado por unanimidad. Aclarada esa cuestión por el presidente, que dirige el pleno, entiendo que la votación no se ha completado en su totalidad, con lo cual se vuelve a votar", explicó el propio funcionario de la casa para zanjar el asunto.
Esa inercia a la que se refirió el secretario se amparó en el consenso que hasta ese momento había imperado en el pleno. De los ocho dictámenes para su aprobación, seis obtuvieron la aquiescencia de los cuatro partidos políticos. Por ejemplo, para avalar el convenio sobre el Consorcio Provincial de Aguas o para certificar el reglamento de teletrabajo. Solo en los puntos acerca del plan anual normativo y de la ordenanza general de subvenciones, la oposición se abstuvo. En los demás, se alineó con el bipartito.
Las explicaciones de voto, en relación a las dos mociones del PP (la de incendios y sobre el sector agrario), evidenciaron una vez más que los grupos están en modo precampaña electoral. Los reproches, sobre todo entre socialistas y populares, marcaron las alocuciones en el atril.
Las recriminaciones se repitieron en el turno de ruegos y preguntas, con una única intervención del portavoz del Partido Popular, Salvador Aguilella, quien advirtió al bipartito que "utilizaremos todos los medios jurídicos para que se cumplan los acuerdos sobre los incendios". El diputado se refirió a algunas de las medidas de su propuesta, como la creación tanto de un plan de empleo como de líneas de ayudas en coordinación con la Generalitat. En este punto, interpeló directamente a Martí, quien lamentó "la falta de coherencia entre lo que algunos alcaldes dicen en las reuniones institucionales con la Diputación y lo que manifiestan cuando salen de la mismas".