CASTELLÓ. El Consell Valencià de Cultura (CVC) se ha mostrado partidario este lunes de que el poblado de Torre de la Sal, en el término municipal de Cabanes, obtenga la calificación de Bien de Relevancia Local, debido a su emplazamiento paisajístico y al interés arquitectónico y etnológico de unas edificaciones que rememoran oficios ya perdidos.
El pleno del CVC ha dado el visto bueno por unanimidad este lunes al 'Informe al voltant de la protecció del poblat Torre la Sal en Cabanes', un estudio elaborado por la institución tras recibir un escrito del Ayuntamiento de Cabanes en el que se planteaba la voluntad de proteger el conjunto de casas situadas alrededor de la Torre la Sal.
En 2015 el Ayuntamiento de Cabanes se dirigió a la Dirección General de Cultura y Patrimonio para incluir el conjunto en el Catálogo de Bienes y espacios Protegidos como Bien de Relevancia Local, pero la petición fue denegada al "carecer de interés arquitectónico y etnológico". Por ello, el poblado no cuenta en la actualidad con protección.
El Ayuntamiento quería garantizar su tratamiento adecuado y ha reiterado la solicitud de calificación como BRL añadiendo informes de la arqueóloga María Jesús Maronda y los profesores de la Universitat Politècnica de València Fernando Vega y Camilla Mileto. Ha pedido así el apoyo del CVC para proteger el poblado.
Para los autores del informe del CVC, el elemento más significativo del poblado es su entorno natural, con el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca, que se extiende a lo largo de siete kilómetros y 865 hectáreas; las rocas que configuran el litoral marino donde se trataba la sal y la torre renacentista ubicada al sur del poblado y restaurada recientemente, que pertenece al conjunto de defensas contra la piratería que caracterizan al litoral valenciano desde Santa Pola a Peñíscola.
El CVC defiende que "la valoración patrimonial del poblado Torre la Sal no puede dejar de lado el hecho de que forma parte de un conjunto paisajístico y patrimonial excelente formado por el Parque Natural del Prat de Cabanes - Torreblanca y el BIC de la Torre defensiva del siglo XVI".
Además, en su informe, el CVC también pone en valor que las edificaciones más antiguas del poblado datan de finales del siglo XIX, relacionadas con tareas propias de la zona como el cultivo de la sal marina, la pesca de anguila o cultivos propios de la marjal.
El conjunto se distribuye en dos líneas de casas y la más próxima al mar presenta los valores de situación y parcelación más propias de las originarias, aunque las modificaciones producidas desde los años 50 han afectado a "un número muy considerable del conjunto y solo unas pocas casas conservan elementos característicos de sus orígenes, hacia el final del XIX".
Las casetas siguen un modelo sencillo de cuadrado con corral posterior, porche en el frente y comedor con chimenea, cocina y dormitorio, un croquis esencial que fue alterado tanto en altura, añadiendo plantas nuevas, como en cierres y distribución interior.
Así, el CVC ha subrayado que la valoración patrimonial "no tendría que olvidar las raíces etnológicas de su existencia vinculada a tareas productivas ahora extintas y que permanecen, cuanto menos, en la memoria colectiva e incluso en la toponimia, otorgándole un valor etnológico claro".
Por todo ello, el informe aprobado por el pleno considera de interés que el consistorio ponga en valor "la importancia del lugar y su interés etnológico, a través de una campaña de comunicación, que diera a conocer su singularidad como testimonio de una forma de vida, de actividades y oficios tradicionales ya desaparecidos, pero que merecen ser recordados".
En ese sentido, concluye que el poblado "es merecedor de la consideración como Bien de Relevancia Local porque se ajusta a lo que dispone el artículo 46 de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
El pleno del CVC también ha aprobado por unanimidad un informe sobre la situación actual de las personas mayores, que repasa sus derechos reconocidos internacionalmente, hace una detallada valoración de los colectivos mayores de 60 años con datos y cifras de esperanza de vida y otras previsiones a 10 años vista y concluye que en las soluciones previstas a medio y largo término hay carencias y retos a afrontar por parte de las instituciones públicas y privadas, de los sindicatos y de los partidos políticos.
Por eso, el CVC plantea, entre otras recomendaciones, que se garantice la presencia de las personas mayores en los órganos de participación política y ciudadana, que se creen oficinas de información y asesoramiento para este colectivo, ayudar a reducir la brecha digital y que se tomen en consideración las propuestas hechas por el Consejo Valenciano de Personas Mayores a los partidos políticos valencianos, muchas de ellas recogidas en las memorias de la institución, particularmente en las últimas, de 2020 a 2022.