VALÈNCIA. A primera hora de la tarde del día 29 de diciembre de 2021, en una notaría de València, la Generalitat valenciana firmó la compra del edificio sede de Correos en la plaza del Ayuntamiento del cap i casal a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos. El precio, 23,9 millones de euros. La fecha, pocas horas antes de las campanadas, no fue un capricho del destino sino del presidente de la empresa pública, Juan Manuel Serrano, que quería incluir la operación inmobiliaria en la contabilidad de 2021, año de la recuperación tras la pandemia.
La operación inmobiliaria con la Generalitat, junto a otras llevadas a cabo por Correos a lo largo del año, podía suponer un empujón para la empresa pública de cara a volver a beneficios después de las abultadas pérdidas de 2020, año de la pandemia -263 millones de euros, frente a los beneficios de 14,8 millones de 2019-. Pero si esa era la intención, las expectativas han quedado muy lejos de la realidad, puesto que las pérdidas consolidadas del grupo en 2021 ascendieron a 105,6 millones con una facturación de 2.081 millones.
Con todo, aún habrían sido mayores de no haber consumado la venta de edificios, especialmente su antigua sede en València por 23,9 millones. También vendió las sedes de Almería y Avilés (Asturias) a los ayuntamientos de estas dos localidades por 1,2 y 0,9 millones, respectivamente. No está claro si la venta a la Generalitat del edificio de Castellón, anunciada a principios de enero de 2021 por unos 2 millones de euros, se firmó ese año o a finales de 2020, ya que Correos no detalla en sus cuentas qué inmuebles ha vendido ni el importe.
Lo que sí detalla es el resultado contable que le reportaron estas operaciones, que fue de 14,66 millones de euros de beneficio, cabe presumir que todo o en parte por la venta de la sede situada en la plaza del Ayuntamiento de València, ya que el resto se comercializaron por un precio muy inferior a esa cantidad.
El beneficio de la venta de un inmueble depende, además del precio, que se presume que fue el de mercado tras una tasación, del valor neto contable que tuviera en el balance del grupo Correos, que no debía ser muy alto debido a que fue restaurado 15 años antes y la inversión estaría ya en buena parte amortizada.
No serán las últimas operaciones inmobiliarias en la Comunitat Valenciana de la sociedad que preside Juan Manuel Serrano, ya que este año ha acordado la venta a la Generalitat del edificio sede de Correos en Alicante, que se convertirá en sede la Delegación del Consell en esa provincia, y ha sacado a subasta el solar en el que se ubicaban sus antiguas oficinas en Benidorm.
Como publicó recientemente Valencia Plaza, la antigua sede de Correos en València, bautizada como Palau de les Comunicacions sigue sin un proyecto de uso definido siete meses después de que se formalizara su compra, a la espera de una encomienda de gestión que se hizo a Tragsa para que redacte un plan de uso, para lo que tiene de plazo hasta el 31 de diciembre, aunque se espera que lo presente antes.
Todo lo contrario que el edificio adquirido en Castellón, que será la sede, después de las obras de rehabilitación que tiene que acometer la Generalitat, del centro de investigación, desarrollo e innovación de la Fundación de la Comunitat Valenciana de Investigación de Excelencia (ValER).
Además, el Palau de les Comunicacions viene funcionando sin licencia de actividad desde hace años, tanto antes por parte de la empresa que preside Juan Manuel Serrano para el servicio de correos y telégrafos como ahora para diversos eventos, tanto de recepción de invitados a contemplar la mascletà en Fallas como para diversos eventos relacionados con la comunicación o para el 40 aniversario del Estatut de Autonomia.