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hablamos con el estudio de interiorismo

Cuando el diseño pasa por la ópera y acaba en la carnicería: el caso Desde Cero

23/02/2019 - 

CASTELLÓN. "En nuestro equipo entendemos el diseño como una herramienta cada vez más importante a la hora de emprender cualquier actividad", manifiestan en Desde Cero. En efecto, el buen diseño no ha de regirse a pequeños o grandes establecimientos; se trata del espejo de un proyecto y hay que cuidarlo, no queda otra. Más -adiverte Yriana Ferrer, directora de este estudio creativo- cuando la competencia toca de puerta en puerta. El sector ya no es solo cosa de "peces" grandes o pequeños, la competencia se ha extrapolado a Internet y, con ello, a la compraventa entre los propios usuarios. Por ello, "hay que cuidar hasta el último detalle".

Así, desde que empezase a desarrollar el interiorismo hace dos años, Desde Cero ha tratado de llevar sus diseños a establecimientos tan peculiares y familiares como el de una carnicería. Esos espacios de "toda la vida" que, por la misma monotonía, terminan pasando de dueño a dueño con las mismas vitrinas, podrían por fin mutar en algo más. Pero además, el estudio castellonense se encarga de preparar la escenografía de obras de teatro u óperas, de dirigir construcciones, de preparar diseños gráficos o preparar instalaciones efímeras. Tan polifacético es que entre sus próximos diseños está el interiorismo de un edificio de 35 viviendas, o de un restaurante y una propuesta teatral. Y qué más.

-Pasaste de ser licenciada en filosofía a abrir una pequeña empresa de construcciones en tan solo seis años. ¿Qué te movió a empezar desde cero, otra vez, en 2016?
-Cuando terminé la carrera de filosofía no sabía muy bien qué hacer y estudié un módulo de topografía y urbanismo. Y bueno, mi familia y mi padre tenían una constructora y yo decidí crear una paralela más pequeña. Pero con la crisis, el ritmo de trabajo bajó y aproveché para hacer otras cosas. Fue entonces cuando me di cuenta de que me gustaba mucho el diseño de interiores e estudié interiorismo. Así que en 2016 decido desmontar la empresa y reencauzarla al diseño que es lo que me apasiona. La verdad que nunca antes me lo había planteado porque me gustaba mucho la filosofía, pero cuando empiezo a construir, a ver planos, y a dibujar, vi las cosas distintas.

 -Ya en el mercado, ¿Qué ambiciones tienes para el diseño de Castellón?
-A Castellón le hace falta confiar un poco más en el diseño y apostar por los profesionales, darles un empuje. Por eso, para nosotros es también un reto. Es más fácil trabajar en una ciudad que lleve mucho tiempo vinculada con los diseñadores. Aun así, muchos negocios están empezando a cambiar y tratan de hacer una apuesta más arriesgada. No es lo mismo que hace 10 años. Castellón es una ciudad que va despacio pero va. Trataremos de que así se haga. 

-De ahí a crear un blog divulgativo. ¿Tratas de informar al propio gremio o a los ciudadanos?
-La verdad es que lo creé con dos intenciones. Por un lado, hay entradas más especificas dirigidas claramente a profesionales, a fin de enseñarles técnicas. Pero también existe una parte de divulgación, para que gente sencilla aprenda cuatro pautas y así entienda que los diseñadores hacemos las cosas con un motivo, no para que quede bonito. Todo tiene una justificación. 

-En poco tiempo os habéis enfrentado a múltiples rediseños como, por ejemplo, el de una carnicería. ¿Cómo os llegó este trabajo? ¿Ha sido el más singular hasta la fecha?
-Sí, la verdad que sí. Tenemos que pensar que todo espacio es susceptible de ser diseñado y de poder darle una vuelta, aunque a priori parezca que no. Siempre se puede crecer en diseño y en novedad y este es un ejemplo.

En este caso fue un concurso que hicimos desde el estudio, al principio del todo, en el que la gente nos proponía un espacio y lo que querían para él. Luego hicimos un sorteo y entre varias propuestas me quedé con uno. Sin duda, la carnicería me pareció el más interesante, era un reto. En todos los proyectos que hay algo especial terminas volcándote más 

Crear un escaparate Desde Cero

-¿Cómo debe ser todo buen diseño de un escaparate?
-Es muy importante que el escaparate responda a la marca. No todos los escaparates valen para todos los productos y empresas. Por eso, lo primero y fundamental es hacer un estudio de qué es la marca y qué quiere decir. Al final es una ventana hacia el exterior, por eso tiene que tener coherencia con el espacio donde está. Tenemos entre uno o tres segundos para llamar la atención del cliente. Es muy poco tiempo, muchos vamos con el móvil y recibimos inputs a la velocidad de la luz.  

-¿Se confían los negocios locales en este aspecto?
-Sí, es su gran reto. Las franquicias tienen departamentos de marketing, escaparatistas, interioristas... Ahora se estudian muchísimo las zonas de la tienda para saber donde poner cada prensa. Sin embargo, todo esto no lo tiene el pequeño comercio. Por eso, deberían de hacer un esfuerzo para destinar una pequeña parte de su dinero a un diseñador, aunque sea para aprender unas directrices básicas.     

-¿Hay pues pocos escaparates bien diseñados en la ciudad?
-En general ha habido un avance. Ahora Castellón tiene otro aire cuando vas por la calle. Las empresas van entendiendo que es una pena tener una plataforma como esta y no aprovecharla. Un buen ejemplo es la tienda Julián López; a veces colocan las telas de forma compleja y tu mirada hace girarte. No hace falta hacer cosas muy complejas.

Crear una escenografía Desde Cero

-¿Qué implica el diseño de una escenografía?
-Para mi es la parte mas interesante y personal, porque para diseñar una escenografía lo primero que tienes que hacer es, evidentemente, leerte la obra de teatro u ópera. Hace falta entenderla, mirar qué se ha hecho antes con ella y qué se ha hecho después. También es fundamental hablar con el director de escena, porque si el escenógrafo y el director de escena van cada uno por su lado, no tiene sentido. 

Y bueno, la escenografía tiene que cumplir dos funciones: primero, facilitar al artista la expresión de lo que tiene que hacer, no poner obstáculos; y por otro lado, ayudar al espectador a comprender lo que se quiere decir, que a lo mejor no es lo que se quiso decir cuando se escribió en su momento. Es importante pues transmitir bien la revisión de una pieza y la escenografía siempre ayuda a que se pueda entender. 

-¿Cuándo empiezas a interesarte por las óperas y el teatro?
-Tengo que agradecérselo a la Escola d'Art de Castellón. Todo surge a raiz de una primera colaboración con Amics de l'Òpera. 

-¿Optan cada vez más las compañías de teatro por contratar a un diseñador?
-Sí porque cuanta más competencia hay más tienen estas que ofrecer. Pero claro, hay compañías con muy bajo presupuesto, aunque esto no significa que no puedan contratan a alguien que les haga una escenografía. Se pueden hacer cosas muy sencillas y que una persona que ha estudiado interiorismo puede lograr. Hay que poner además en valor estos estudios, porque aunque sí es cierto que la creatividad no se enseña sí se encauza o se encamina, se aprende a poner el ojo y a saber porque hacer las cosas. Obras, de bajo presupuesto, con cuatro detalles y luces bien puestas, ganan muchísimo.     

-¿Alguna obra que te gustaría especialmente representar?
-Por una cosa de la infancia....Luces de bohemia.

-¿Debe tener un estudio polifacético un sello de identidad propio? 
-Por mi parte me adapto a lo que pide el cliente y es el camino que me gusta seguir. Evidentemente por más que lo hagas, tienes una forma de trabajar y eso en el fondo siempre estará, pero veo más interesante que trabajes específicamente para alguien y busques lo que el cliente quiere y le sirva. Hay tiendas donde es el publico objetivo el que manda.     

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