VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana es, en términos demográficos, un territorio profundamente metropolitano y costero. La mayoría de la población se reúne en municipios cercanos a las capitales de provincia y a la costa. En consecuencia, las comarcas de interior, en especial las de Valencia y Castellón, han vivido el éxodo rural en las últimas décadas con una pérdida de población que ha ido acompañada de otros fenómenos, como la reducción de las oportunidades laborales.
Esta situación llevó a poner el foco en la despoblación desde el actual Gobierno de la Generalitat, en especial durante la presente legislatura. El Consell presentó en agosto de 2019 Avant, la Agenda Valenciana Antidespoblament, un proyecto que ya se había empezado a desarrollar finales de la anterior legislatura. En la actualidad Avant está formada por 178 municipios de todas las provincias, que, con diversos proyectos e inversiones directas, busca “frenar la despoblación, mejorar la calidad de vida de los habitantes y desarrollar un crecimiento sostenible de la economía” en estos municipios con programas como la Ruta 99, estrenada hace un año.
Por comarcas, El Rincón de Ademuz, El Alto Mijares, Els Ports, El Valle de Cofrentes-Ayora, El Alt Maestrat, y Los Serranos, son, por ese orden, las seis comarcas con menor densidad de población de la Comunitat Valenciana. Todas ellas presentan una densidad inferior a 12 habitantes por kilómetro cuadrado, es decir, más de 200 veces menos que el área metropolitana de València. La mayoría de los municipios que se integran en AVANT se encuentran en estas comarcas.
Todas ellas han perdido habitantes respecto a 2015, aunque en el tramo 2015 a 2018 es cuando se experimenta un mayor decrecimiento, un 4,5% de la población. Desde 2018 hasta 2022 ha habido una ligera recuperación, con una subida cercana al 1%, que indica una reversión de la tendencia, aunque no afecta por igual a todas las comarcas. Así se extrae tras la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) del censo de población por municipios actualizado a 1 de enero de 2022.
El pasado año 2021 fue muy positivo para Los Serranos, con un aumento cercano al 3% y las mejores cifras de población desde el año 2016. Esta comarca, situada en el interior de la provincia de Valencia, lleva dos años en positivo, al igual que Els Ports, que ha ganado 94 habitantes desde la última actualización y mejora las cifras poblacionales de 2018. Por otra parte, el Alto Mijares tocó fondo el pasado 2017, tras perder más de un 7% de la población en dos años. Esta comarca, del interior de Castellón, registra desde 2018 una tendencia en positivo, y su población de 3.978 habitantes se acerca a la registrada en 2015, de 4.055 habitantes.
El Rincón de Ademuz y El Valle de Cofrente-Ayora son las únicas comarcas de la Comunitat que, año tras año, presentan una tendencia en negativo. Ambas, situadas en el interior norte de la provincia de Valencia, reúnen 11.771 residentes en 14 municipios, aunque solo un cuarto de ellos tienen una población superior a los 1.000 habitantes. En el caso de El Rincón de Ademuz, se ha perdido el 9,4% de la población en los últimos siete años, mientras que la cifra de El Valle de Cofrentes-Ayora asciende al 6,55% de los habitantes contabilizados en el mismo estudio del INE del 2015.
Por su parte, l’Alt Maestrat, presenta una tendencia negativa año tras año excepto en 2021, cuando creció ligeramente respecto el año anterior. Esta comarca ha perdido un total de 40 habitantes en los últimos dos años, lo que indica que la tendencia a la despoblación se suaviza, pero no se revierten las cifras en negativo. En estas cifras no se tiene en cuenta el municipio de Vilafranca del Cid (Els Ports), que hasta el pasado 31 de diciembre formaba parte de esta comarca y que ha perdido 43 habitantes desde 2020.
En el otro lado de la balanza se sitúan las áreas metropolitanas, el entorno elegido por más valencianos para desarrollar su vida. Más de la mitad de ellos, el 51,22%, viven en las áreas metropolitanas de Valencia, Castellón, y Alicante-Elche, que representan poco más del 7% del territorio de la Comunitat Valenciana. La concentración de población en las capitales de provincia y sus alrededores es, por tanto, mucho más elevada que en las comarcas del interior de la Comunitat.
La densidad de población de todas estas áreas asciende a 1.580,16 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que es casi 270 veces más que la comarca valenciana más despoblada, y siete veces más que la Ribera Alta, una zona que se encuentra en cifras promedio de densidad poblacional. Por provincias, la de Alicante es la que concentra mayor cantidad de población en menor territorio, con 326,95 habitantes por kilómetro cuadrado. Le sigue Valencia, con 242,1 habitantes por kilómetro cuadrado. En el último escalón se encuentra Castellón con 89,32 habitantes por kilómetro cuadrado.
El Pleno del Consell aprobó el pasado 13 de enero el proyecto de Ley Integral de medidas contra la Despoblación en la Comunitat Valenciana, un texto formado que busca garantizar el acceso a los servicios públicos así como el fomento del empleo público en zonas en riesgo de despoblación. Este proyecto de Ley también pretende aprovechar las ventajas de la digitalización y la innovación tecnológica para crear entornos que fortalezcan el tejido económico al mantener los sectores económicos tradicionales y potenciar los emergentes.
Ahora, la duda del Consell está en si va a haber suficiente tiempo como para que este texto pueda llevarse a la práctica, ya que el Gobierno trabaja con plazos muy ajustados a falta de tres meses para las elecciones autonómicas. Se ha declarado el carácter de urgencia en la tramitación de este proyecto de ley para que pueda ser realidad en tiempo y forma. En todo caso, con ley o sin ley, la Agenda Valenciana Antidespoblament sigue con proyectos para tratar de revertir una tendencia que llena las urbes y complica el futuro de las grandes zonas rurales.
Cortes, Benassal, Bejís, Chóvar, Orotana o l’Avellà son marcas de agua embotellada que pueblan el interior de Castellón y que, desde hace décadas, dan vida al territorio, convirtiéndose en el corazón económico de comarcas con problemas de despoblación como L' Alt Maestrat, Alto Mijares o el Alto Palancia