CASTELLÓ. La apertura del quiosco-bar en el parque Geólogo José Royo, comúnmente llamado como parque del Lago, genera interés en el sector de la restauración de Castelló. El chef Pedro Salas y los propietarios del restaurante Blanco Roto se disputan la explotación del establecimiento por un periodo de cinco años. Ambos, a través de sus sociedades, concurren en la licitación tras el cierre del plazo de presentación de ofertas.
El cocinero lo hace con su empresa Lovely Japan SL, que gestiona la franquicia Miss Sushi de la calle Mayor. Además, el castellonense regenta el bar Tortilla en el NH Mindoro. Salas también es conocido por su participación en proyectos como PlayaChica, Bocapez o el restaurante Aqua del hotel Luz. En 2022, impulsó el espacio gastronómico Arre en la calle Antonio Maura y que se emplaza en lo que antes se conocía como el Forn del Canyaret o de Paco Miralles.
En cuanto a Blanco Roto, se postula con la mercantil Celeste 86 Mediterránea SL, como así aparece en la plataforma de Contratación. Su administrador único, Diego Ignacio Vega, también posee el restaurante Mares Beach Benicàssim, que se localiza en la avenida Ferrandis Salvador.
Una vez aceptada la documentación de las dos participantes en el concurso público, la Mesa de Contratación analiza las propuestas técnicas y económicas para proceder a la baremación y posteriormente elevar una propuesta de adjudicación. Dado que no se trata de un proceso excesivamente complicado, se prevé que el nombre de la concesionaria se conozca en las próximas semanas. Luego, ya corresponderá al Ayuntamiento la aprobación definitiva mediante acuerdo de la Junta de Gobierno Local.
El quiosco del parque Geólogo José Royo será el sexto de titularidad municipal, sumándose a los que ya existen en Ribalta, plazas de la Paz y del Real, jardín del puerto y Josefina López. La concesión tiene un periodo de cinco años con un canon anual al alza de 9.856,55 euros. A tenor de otros procedimientos similares impelidos por el consistorio, la empresa que incluya en su oferta la tasa más alta tendrá muchas posibilidades de llevarse finalmente el contrato.
La rehabilitación de la antigua casa de aperos, una alquería típica castellonense, se materializó entre finales de 2023 y principios de 2024 tras seis meses de obras. La madrileña Elecnor se encargó de la ejecución del proyecto tras ganar la segunda licitación (la primera quedó desierta) al presentar la propuesta más ventajosa.
Con la reforma integral, el inmueble se destina a actividad comercial de venta de comida y bebida. La concesión contempla un espacio destinado a terraza, con la posibilidad de colocar hasta 12 mesas y 36 sillas. El edificio consta de dos alturas. En la planta baja se ubica el quiosco-bar de 72,35 metros cuadrados, con vestíbulo, zona de público, zona de preparación, zona de barra y dos aseos. En el primer piso, se localiza un almacén de 26,35 m². La superficie total no llega a los 100 metros cuadrados (98,70 m2).