Foto: Josep GilCASTELLÓ. La nueva obra de Escandall Teatre -la última de su serie 'Distopía'- plantea un "pequeño" problema: el aire del planeta Tierra es ya totalmente irrespirable. Hay tanta contaminación circulando por la atmósfera que ningún ser vivo puede sobrevivir a ello. O bueno, igual alguno sí. Sobre el escenario en el que se instale la última propuesta de la compañía vila-realense, se podrá ver un pequeño habitáculo. Una instalación privilegiada, cien por cien respirable, donde solo podrán acceder aquellos que paguen.
"La comercialización de los recursos más básicos es algo que ocurre habitualmente", afirma Paula Escamilla, quien ha querido con Biohábitat reflexionar sobre esta cuestión. Su trama gira alrededor de un mundo ficticio donde también sus humanos tendrán que pagar si quieren respirar aire limpio. "El espectáculo se divide en dos partes. En la primera nos acercaremos al público para explicarles el problema que existe y lo importante que es vivir en entornos saludables. Pero en la segunda, lo que trataremos es de poner en venta nuestro producto, un habitáculo donde poder vivir seguros".
Escandall Teatre convertirá así su propuesta artística en una especie de "campaña comercial", donde primero se generará la necesidad entre el público de adquirir su producto y tras ello se les ofrecerá una solución con la puesta en venta del mismo. "Los actores saldrán a buscar al público y les irán soltando su discurso. Después, se llevarán a los asistentes hasta la instalación para que la vean. Se hará una demostración del proyecto piloto", agrega Leandre Escamilla, también autor de la obra y responsable de la veterana compañía Xarxa Teatre, la cual cumple en 2023 cuarenta años de andadura.
Fue en diciembre del año pasado cuando la obra fue preestrenada en Colombia, en el Festival Artístico Internacional Invasión de Cultura Popular (FAICP) de Bogotá, una de las capitales, precisamente, más contaminadas del mundo. Supera Bogotá en un 150% los niveles de contaminación permitidos por la OMS y Colombia, por su parte, está considerado el segundo país de Latinoamérica con más contaminación del aire. "Hablamos de una localidad donde los coches circulan un día sí uno no, dependiendo de como termine su matrícula, como medida frente a la contaminación. Ir aquí era importante y de hecho, en la primera parte del espectáculo, la de concienciación, la reacción del público fue de estar todo el rato reafirmando lo que les contábamos", señala Leandre Escamilla.
La compañía estrenará su versión definitiva el próximo 8 de mayo en el Festival de Teatro de Vila-real (FITCarrer). Aunque como apostilla el profesional, es difícil en teatro de calle hablar de obras de teatro totalmente terminadas. "Cada vez que presentas un espectáculo aprendes, ves cómo funciona y eso te permite rehacer las cosas. El teatro de calle tiene la virtud o la ventaja de que puedes mirar a los espectadores los ojos de muy cerca. La relación es más íntima. Por lo que tú como profesional debes saber manejar la situación y estar preparado para los imprevistos. Puedes desde toparte con alguien que pasa de ti, hasta alguien que te cuestiona o te pregunta, pero ahí queda la profesionalidad y la experiencia de los actores, de saber improvisar". También su hija, Paula Escamilla, lo cree así: "Personalmente, es el tipo de teatro que más me gusta, porque creo que no hay ni trampa ni cartón. Has de poner todos tus recursos en práctica. Si haces teatro de sala, la gente se sienta y va a lo que va. Pero en la calle también puedes interactuar con alguien que va a hacer la compra".
Cuenta Biohábitat con un equipo formado por Esther Anglés, Paula Escamilla, Joe Gómez y Marta Vicent en la interpretación; Juanjo Ballester, en la composición musical; Ángel Carrasco, en la dirección técnica; Loletesdebú, en el vestuario; Lolín Calduch, en la sastrería; Josep Gil en la escenografía; Pasqual Arrufat, en la construcción escenográfica; Laia Vilanova, en la producción; Josep García, en la administración. Y la autoría la completa Óscar Luna.
Tras años de reflexión por mar, tierra y aire, Escandall Teatre cierra así una trilogía que arrancó hace unos años con Amagatalls secrets, obra que en su caso trata sobre el uso y abandono de plásticos, y las consecuencias que este acto tiene no solo en el mar, sino también en los alimentos que comemos y, por lo tanto, en nosotros como especie. "En todas nuestras obras buscamos abordar temáticas sociales y problemáticas actuales", explica Paula Escamilla. Por ello, la segunda parte de esta serie teatral, Ecocidi, plantea las consecuencias fatales de un futuro sin vegetación. "Hacemos un paralelismo entre los árboles y los seres humanos para generar empatía entre el público", agrega la dramaturga. Este camino por la salud del medio ambiente lo terminará ahora Biohábitat.
