las reuniones se multiplican para que los ediles se pongan al día con sus nuevas competencias

El traspaso de carteras en el grupo municipal del PSPV se convierte en una carrera contra el tiempo

18/08/2020 - 

CASTELLÓ. El traspaso de carteras en el grupo municipal del PSPV en el Ayuntamiento de Castelló se convierte en una carrera contra el tiempo. A tres semanas para que se reanude la actividad política, las reuniones se multiplican desde hace días para que los concejales se pongan cuanto antes al terreno con sus nuevas competencias. 

El periodo de transición avanza a un ritmo vertiginoso después de que la alcaldesa, Amparo Marco, anunciara su reajuste organizativo el pasado 10 de agosto, como consecuencia de la marcha de Rafa Simó, portavoz del ejecutivo y edil de Urbanismo, al puerto para asumir la presidencia en sustitución de Francisco Toledo. Solo hace falta repasar las agendas públicas de algunos de los regidores del principal partido del gobierno para comprobar que la prioridad en estos momentos pasa única y exclusivamente por transferir las delegaciones. La palabra "transversal" se repite una y otra vez en las anotaciones personales a la hora de definir los encuentros de carácter interno.

El cambio de áreas, que afecta a 9 de los 10 munícipes, incluida la propia Marco, monopoliza también los cónclaves colectivos del grupo municipal, habituales cada semana para perfilar la estrategia de la formación en función de los temas de actualidad.

Rearme ante lo que está por venir

La reestructuración impelida por la alcaldesa representa, de alguna manera, un rearme del PSPV ante los grandes desafíos a los que se enfrentará el equipo de gobierno en septiembre. Más allá de la covid-19, cuestiones como Fiestas, el Plan General o la Policía Local, obligarán a tomar decisiones sólidas, siempre bajo la lupa fiscalizadora de la oposición.

A excepción de Patricia Puerta, que no experimentará variaciones en cuanto a atribuciones de gestión se refiere, los demás concejales socialistas retomarán el pulso parlamentario estrenando funciones. En el caso de los ediles José Luis López, Mary Carmen Ribera e Isabel Granero, sus nuevos cometidos dentro del grupo (y por extensión, del gobierno local) para nada se asemejarán a las que ostentaban hasta principios de mes, cuando trascendió la propuesta de nombramiento del president Ximo Puig para que el citado Simó tome el timón de la Autoridad Portuaria.

Esas variaciones en el ámbito competencial obligarán a que la práctica totalidad de munícipes socialistas se instruyan en tiempo récord sobre áreas diametralmente opuestas con las que comenzaron la legislatura. Valga como ejemplo de esa metamorfosis el mentado López.

Como nuevo hombre fuerte de la alcaldesa, abandonará el confort de Bienestar Social, concejalía a la que había estado ligado en los últimos cinco años, para afrontar el reto de Urbanismo, con las derivaciones que ello implica. Su dialéctica evolucionará hacia un discurso más técnico en apenas unas semanas, como le sucederán a otros compañeros y compañeras de bancada. Presumiblemente, y aun teniendo la lección aprendida, los regidores del PSPV necesitarán un cierto rodaje público para aceptar con naturalidad su inédito rol dentro de la corporación.

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