CASTELLÓ. El sector azulejero de Italia consiguió hacer frente a la crisis de demanda derivada del aumento de los precios por la crisis energética durante el año pasado. Las compañías del país vecino, principal competidor de la cerámica española, lograron contener en 2022 la caída del volumen de material cerámico exportado, a diferencia de las firmas españolas, que experimentaron un hundimiento considerable por el resentimiento de la demanda mundial.
Así consta en los datos anuales sobre el pasado ejercicio recabados por la patronal del sector en Italia, Confindustria Cerámica, que presentó las estadísticas en su Asamblea general el pasado miércoles. Concretamente, el país transalpino exportó el año pasado 326,2 millones de metros cuadrados de cerámica, lo que supone una caída del 2,2% respecto a 2021. Cifra que podría considerarse negativa si no se tiene en cuenta el estado del sector a nivel mundial, uno de cuyos principales exponentes es España, que redujo el material exportado ni más ni menos que en un 13% respecto al año interior.
Se confirma así un cambio de tendencia durante el año pasado en la industria azulejera, que mejoraba anualmente sus registros exportadores pero que en 2022 se vio especialmente afectada por la escalada de los precios del gas -agravada por la invasión rusa de Ucrania-, que puso en jaque al sector, forzado a trasladar parte de sus costes al producto, cuyo precio se ha disparado. En ese sentido, Italia no ha sido una excepción: pese a la caída del volumen exportado, la facturación por este producto ha crecido un 14,8% respecto al año previo hasta los 6.000 millones de euros.
En España, por su parte, el volumen de negocio por las exportaciones de la industria cerámica creció un 16,6%, según los datos de la patronal Ascer, hasta los 4.272,7 millones. De esta manera, teniendo en cuenta la notable diferencia entre la caída de exportación española y el aumento de facturación en comparación con el país transalpino, España sigue acercándose a Italia en cuanto a márgenes.
El presidente de la patronal italiana, Giovanni Savorani, admitió que "desde hace unos años, estamos viviendo acontecimientos históricos absolutamente extraordinarios" que han trastocado el devenir de la industria azulejera. "Sin duda, tras la extraordinaria proeza de los seis primeros meses de 2022, era de esperar un retorno a valores más bajos, aunque el descenso se explica sobre todo por el profundo cambio de escenario", subrayó Savorani en ese sentido.
Así pues, explicó que este nuevo escenario está "caracterizado por la brusca subida de los tipos de interés, una fortísima resiliencia de la alta inflación, el agotamiento del arrebato de los consumos tras el confinamiento por la pandemia y el empeoramiento del clima de confianza de los consumidores". "En este contexto", aseveró Savorani, "la competencia internacional es cada vez más feroz y la atención de las industrias italiana y europea es altísima para que todos los exportadores, incluidos los de India y China, apliquen las reglas del comercio justo".
Actualmente, son 128 las empresas presentes en suelo italiano, con una producción en 2022 de 431,2 millones de metros cuadrados (-0,9 % respecto a 2021). En total, la industria italiana vendió 448,9 millones de metros cuadrados (-1,4 %) y su facturación rozó los 7.200 millones de euros (+16,5 %), de los cuales 6.000 millones proceden de las exportaciones.
Con todo, lo cierto es que ya en 2023 se está dejando notar con más intensidad la crisis de demanda mundial, experimentada ya el año pasado por el sector español: "Se ralentizan las ventas en los primeros meses de 2023", explica la patronal italiana. Así en el primer trimestre de 2023, la caída del volumen de exportaciones es de un 25 % y afecta a todos los mercados. Un descenso que también afecta a Italia, aunque con cifras inferiores al 10 %. Los volúmenes de negocios en el extranjero también se contrajeron un 13%, mientras que el italiano registra algunos puntos porcentuales en positivo.
Hace dos semanas, Savorani reconoció que el año pasado fue un "buen año" a nivel de exportaciones pero que el mercado está experimentando "una ralentización" por la subida de tipos en EEUU y Alemania. Pese a ello, el sector confía en que la próxima edición de Cersaie, que se celebrará del 25 al 29 de septiembre en el recinto ferial de Bolonia, será "el mejor escaparate" para la cerámica italiana.