CASTELLÓN (EP). La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha aprobado por unanimidad el informe que la Sección de Onomástica ha elaborado para la adaptación de la forma única oficial en valenciano del topónimo de la ciudad de Castelló de la Plana, expediente iniciado a partir de un acuerdo del equipo de gobierno municipal.
El ente normativo del valenciano ha tratado el asunto en el pleno celebrado este viernes en la sede del monasterio de San Miguel de los Reyes, a petición de la Dirección general de Administración Local, informa la institución en un comunicado.
El informe de la Sección de Onomástica, que preside el catedrático y académico Emili Casanova, fundamenta el estudio del topónimo mayor en cuatro aspectos básicos: la etimología, la documentación histórica, la legislación vigente y los criterios de fijación de la toponimia valenciana recogidos en los manuales especializados. La AVL recuerda que es "el ente normativo y competente en todos los asuntos relativos a la toponimia y la onomástica en el ámbito de la Comunitat Valenciana".
El estudio etimológico presenta, según la AVL, "pocas dudas" sobre la evolución a partir de la forma Castrum, a la cual se añade el sufijo diminutivo -ellum (Castellum), y a esta palabra, el sufijo -ione, proceso que da como resultado Castellione. Este estructura, que está presente en todas las lenguas románicas, en castellano evolucionó a la forma castejón. Por lo tanto, "Castellón no es una evolución histórica castellana, sino la adaptación morfológica posterior a partir del término original Castelló".
Desde el punto de vista histórico, el informe señala que el primer documento original con el nombre de Castelló, en la forma latina Castellione, es una carta puebla del año 1239. De 1244 a 1339 en los escritos de la Cancilleria Real aparece ya el nombre Castelló de Borriana. En el siglo XV se encuentra la forma Vila de Castelló, sin complementación, y es en el XVI cuando se hace habitual la denominación Castelló de la Plana. La forma castellanizada aparece en un censo del año 1609.
La Acadèmia añade que la legislación actual avala este proceso de cambio de los topónimos oficiales para adaptarlos a las formas históricas y tradicionales, atendiendo a la riqueza de las diferentes modalidades lingüísticas de España, que hay que respetar y proteger, tal como figura en la Constitución Española.
Igualmente, la Generalitat Valenciana, en el Decreto 69/2017, de 2 de junio, da prioridad a la forma endónima del topónimo, con el objetivo de salvaguardar la toponimia tradicional como elemento del patrimonio cultural del pueblo valenciano.
La decisión de la AVL será ahora trasladada al Consell, que deberá aprobar definitivamente la propuesta de topónimo único en valenciano. Desde el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Castellón, han aplaudido la decisión de la academia y esperan que se oficialice en breve.