CASTELLÓ. Los partidos políticos llevan meses diseñando su estrategia con vistas al apretado calendario electoral de 2023. Más allá del argumentario que vienen abanderando unos y otros en el día a día, siempre en clave plebiscitaria, el trabajo interno se centra en elegir candidatos y confeccionar listas. Una tarea que resulta esencial en el ámbito municipal.
Sin embargo, la prospección de líderes y equipos no está siendo igual para todos. En el caso de Ciudadanos Castellón, las dificultades son máximas. La escasez de afiliados en sus principales agrupaciones compromete las candidaturas. Ni siquiera en la capital de la Plana existe una suficiente amplitud de militantes como para elaborar un listado de garantías. Al menos, si el objetivo estriba en mantener la representación en el Ayuntamiento, donde la fuerza liberal ostenta tres concejales (Vicente Vidal, Esteban Ventura y Mari Cielo Leirós).
En la actualidad, Castelló ciudad cuenta con una treintena de simpatizantes, una cifra justa para presentar lista, en vista de que son necesarios 27 titulares (número de ediles que componen la corporación) y tres suplentes. La agrupación no ha sido capaz de sobreponerse a la desbandada sufrida tras el proceso de primarias de 2021. Muchos de los afines a Lamberto Sánchez, que se enfrentó a Juan José Povedano para convertirse en coordinador, abandonaron el partido poco después. Ya entonces el colectivo apenas contabilizaba una cincuentena de personas con carné.
El panorama no es mucho mejor en Vila-real, Burriana, la Vall d'Uixó, Benicàssim, Almassora, Oropesa, Segorbe, Vinaròs y Benicarló, las otras poblaciones importantes donde existen aspiraciones de cara a las elecciones locales. Solo en la primera localidad, la segunda más grande de la provincia, la formación naranja necesita al menos 25 miembros al objeto de elaborar una lista. Una cantidad que está por encima de las posibilidades de la agrupación pese a los esfuerzos del portavoz local, Domingo Vicent, por visibilizar la marca.
Ante las limitaciones numéricas de las bases, la alternativa que baraja la dirección de Ciudadanos Castellón consiste en captar independientes, que además tengan cierto empaque social. Ese perfil tan específico, empero, complica aún más la búsqueda, toda vez que la descomposición que muestra el partido a nivel nacional desde el año pasado provoca un efecto repelente.
En este punto, algunas voces consideran imperativo forzar la movilización interna, sin esperarse a la refundación que prepara la presidenta nacional, Inés Arrimadas, para principios del próximo año. Las mismas fuentes advierten que el trabajo que no se haga ahora difícilmente se recuperará a escasos meses de los comicios municipales (en mayo de 2023).
No obstante, la singularidad funcionarial de la formación condiciona cualquier movimiento. La falta de contundencia en la toma de decisiones, con ambigüedad respecto a las directrices, representa un freno insalvable. Y eso se ha convertido en un lastre para los más críticos desde hace meses.
"Nuestra intención es ser siempre realistas, y nos gustaría no dejar de ser la voz de nuestros votantes. Es posible que veamos reducidos el número de cargos electos, pero salimos con la idea de mantener representación en los municipios donde estamos y si es posible aumentar la representación en más municipios"