CASTELLÓ. La alcaldesa de la Vilavella, Carmen Navarro, afirma que los servicios jurídicos municipales "ya tienen la orden de preparar el expediente para vender las 79 plazas" del parking subterráneo de la plaza del Mercat que permanece cerrado desde 2008, cuando concluyeron las obras. "Me gustaría licitar el contrato a lo largo del último trimestre del año para vender las plazas y reabrir el garaje a lo largo de 2024", remarca.
Navarro pretende que el parking esté a pleno rendimiento antes de mediados de 2025, cuando deberá ceder la alcaldía al popular Javier Mechó para cumplir el pacto de gobierno que Independents per la Vilavella (IxLV) firmó con el PP.
Si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento lleva ya invertidos unos 500.000 euros en la compra y posterior adecuación del parking y que la ley le prohíbe sacar beneficio económico, cada plaza de garaje saldrá a la venta por unos 7.000 euros (o menos). La cuantía exacta deberán concretarla los técnicos, remarca la alcaldesa.
A mediados de 2021, un año antes de que perdiera la alcaldía a manos del PSPV por una convulsa moción de censura con un tránsfuga del PP, Navarro decidió comprar el garaje por 434.500 euros ante el temor de que los tribunales dieran la razón a la empresa que lo construyó, que reclamaba una indemnización de 1,8 millones de euros.
Meses después, a finales de 2021, el Ayuntamiento desafectó el garaje subterráneo para poder vender esas 79 plazas en propiedad e inició todos los trabajos de mantenimiento para recuperar su uso. Activó los sistemas de ventilación y de emergencias, las bombas de incendios y la iluminación. También invirtió 16.218 euros en la sustitución del antiguo ascensor, que había quedado obsoleto, por otro nuevo que acaba de instalar la empresa Orona, tras una espera de dos años desde que se le adjudicó el contrato, para que estuvieran así todos los permisos en regla.
El parking subterráneo de la Vilavella no es el único que permanece inutilizado. En Vila-real sucede lo mismo con el situado en la avenida Pío XII. En este caso, el rescate es mucho más complejo, ya que el consistorio municipal debería pagar para comprarlo y también para finalizar las obras, que están inacabadas.
El negocio de construir garajes subterráneos en suelo público, con la venta de plazas a particulares mediante la fórmula de la concesión, proliferó en numerosos municipios de la provincia en los años de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, todas estas iniciativas fracasaron de forma estrepitosa. Otro buen ejemplo se da en Nules, donde la empresa Sedesa Concesiones, propiedad de la familia Cotino, invirtió 2,6 millones de euros en 2008 en el garaje subterráneo de la avenida Castellón pero no logró vender ni una sola de las 250 plazas y apenas firmó una decena de alquileres. Acabó cerrándolo en 2013. El parking terminó en manos de Caixabank hasta que lo rescató el Ayuntamiento en 2017 por unos 750.000 euros. La entidad financiera interpuso una demanda por esto, pero el juez la desestimó.