La Diputación se sube al tren de las fotovoltaicas: 23 depuradoras tendrán placas solares este año

CASTELLÓ. La Diputación de Castellón se convierte en una de las primeras administraciones públicas de la Comunitat Valenciana en materializar su apuesta por las energías renovables. La exposición pública de 23 proyectos para instalar placas fotovoltaicas en otras tantas depuradoras de la provincia supone el punto de inflexión en la implantación de un nuevo modelo de crecimiento sostenible, que se apoya además en otros dos pilares esenciales: la recogida selectiva de residuos y la eficiencia hídrica.

La actuación representa una inversión superior a los 645.000 euros y se enmarca dentro del Plan reSOLt de la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de la Conselleria de Transición Ecológica. En efecto, la institución supramunicipal se encarga de redactar los citados proyectos, mientras que la Generalitat aporta la financiación. En vista de que la ejecución de cada instalación alcanza los tres meses, la previsión estriba en concluir los trabajos durante 2023. Incluso, antes del segundo semestre del año. "En las próximas semanas estarán las licitaciones hechas. Lo que era una propuesta política será una realidad", destaca el diputado de Sostenibilidad, Ignasi Garcia. 

Municipios de menos de 5.000 habitantes

Los municipios beneficiados tienen como denominador común que se localizan (la práctica totalidad) en las comarcas del interior de Castellón y que cuentan con menos de 5.000 habitantes. Las cuantías respecto a los obras varían en función del número de láminas solares y de la superficie. Las sumas se mueven entre los 16.715,70 euros, como cantidad menor, y los 59.748,61 euros, como mayor. Las localidades afectadas son: Cortes de Arenoso, Puebla de Arenoso, Villahermosa del Río, Zucaina, La Mata de Morella, Portell de Morella, Canet Lo Roig, Morella, Azuébar, Chóvar, Gaibiel, Jérica, Sot de Ferrer, La Llosa, Pina de Montalgrao, Teresa, Torás, Ares del Maestre, Vilar de Canes, Xodos, Costur, La Pobla de Benifassà y Sant Mateu.

Con la instalación de las placas fotovoltaicas, la Diputación no solo busca ahorrar en la factura eléctrica. Otro de los objetivos radica en originar excedentes, de manera que exista un mayor aprovechamiento para la población. De hecho, con los 1.054 metros cuadrados de paneles se prevé generar una potencia de 217 kilovatios, con una producción de 293.402 kilovatios/hora anuales.

Reducir la huella de carbón en la atmósfera

"Queremos reducir el consumo eléctrico y avanzar hacia la implantación de las renovables", insiste Garcia, quien destaca el esfuerzo de la Diputación por adentrarse en la transición energética. "Reducimos la huella de carbón en la atmósfera para luchar contra el cambio climático. Y lo hacemos sin cortar ningún árbol", subraya.

De las 23 actuaciones programadas, 15 han sido diseñadas por Lloder Group y ocho por la mercantil Solvent Iniciativas Empresariales. Ambas compañías, especializadas en ingeniería, poseen una amplia trayectoria en el desarrollo de proyectos solares, con obras realizadas a lo largo de la geografía española.

La colocación de las láminas en las depuradas obedece a un plan mucho más ambicioso de la institución provincial, que también contempla fijar placas en los edificios municipales para reducir las emisiones de CO₂. En ese modelo de crecimiento sostenible, el Plan Director del Agua juega un papel fundamental. La creación del consorcio constituye otro de los grandes desafíos antes de concluir la actual legislatura. Del mismo modo, en breve se firmará el megacontrato eléctrico para garantizar el suministro a 120 localidades.