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los geriátricos empiezan a elaborar los listados de los USUARIOS SUSCEPTIBLES de vacunarse

Las residencias de Castellón se preparan ante el adelanto de la campaña de la gripe por la covid-19

28/08/2020 - 

CASTELLÓ. Las residencias de la provincia de Castellón se preparan ante el adelanto de la campaña de la gripe por el coronavirus. Tras avanzar el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, este jueves que la vacunación arrancará durante la primera quince de octubre y no en la segunda o principios de noviembre, como venía sucediendo, algunos geriátricos han empezado a elaborar los listados de los usuarios susceptibles de recibir la dosis con el propósito de tenerlos preparados lo antes posible para, así, remitirlos a la Conselleria.

Además de preguntar a los propios residentes si recibieron la vacuna en años precedentes, los centros también están llamando a los familiares para interpelarles sobre esta cuestión y anticiparles que se han comenzado a confeccionar la relación de adjudicatarios. 

La provincia cuenta con más de 45 residencias de las 330 existentes en la Comunitat Valenciana. En 2019 la vacunación contra la gripe se inició el 4 de noviembre y la Generalitat distribuyó 79.300 dosis entre los distintos municipios de Castellón, una cantidad ligeramente inferior a la repartida en 2018 (83.000 tomas).

La hoja de ruta sobre la campaña para este año ha sido consensuada entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Ante una posible coexistencia con la covid-19, se ha considerado oportuno anticipar la inmunización.

Priorizar por edades y vulnerabilidad

En este sentido, el Gobierno y CCAA marcan nuevos objetivos con la finalidad de proteger a los más vulnerables. Por ejemplo, el compromiso de alcanzar al menos coberturas del 75% en personal sanitario y mayores de 65 años; y de un 60% en embarazadas y personas con condiciones de riesgo, según recoge Europa Press.

Los grupos de población que se priorizarán  son, en primer lugar, personas mayores, especialmente a partir de los 65 años de edad, con especial énfasis en aquellas que conviven en instituciones cerradas. Después, tendrán preferencia los menores de 65 años con un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe.

Le seguirán las personas que pueden transmitir la enfermedad a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones, incluyendo personal sanitario y sociosanitario, así como convivientes. Por último, aparecen los trabajadores que desarrollan su actividad en servicios públicos esenciales.

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