Dolores Guillamón: "La maternidad es una oportunidad para la empresa y para la empleada"

CASTELLÓ. Con 19 años, Dolores Guillamón Fajardo (Castelló, 1952) empezó a trabajar en los hoteles y apartamentos propiedad de su familia. Aún muy joven, tras la muerte de su padre, se vio abocada a tomar las riendas del negocio. Perito mercantil de formación, en sus inicios dirigía el Hotel Doña Lola y unos apartamentos en Oropesa del Mar. Con el paso de los años impulsó el Hotel Sorolla en València y un segundo en la capital de la Plana -Zaymar-, a los que pronto sumará un nuevo proyecto, DLPORT, en el Grao. Conoce bien la evolución de la economía provincial de las últimas décadas, marcada por un segmento empresarial comandado mayoritariamente por hombres. En 2013 relevó a Salvador Martí Huguet al frente de la Cámara de Comercio de Castellón. Con dos hijos y cuatro nietos, fue elegida Mujer del Año del Ayuntamiento de Castelló en 2016, y al año siguiente recibió el galardón 'Les Corts de les Dones' del parlamento autonómico. Vicepresidenta de la Asociación Provincial de Mujeres Empresarias de Castellón, es miembro de Networking Directivas Castellón y del consejo directivo de Unión de Mutuas, además de participar en el Consejo de Administración del Aeropuerto de Castellón, la Fundación Universitat Jaume I Empresa y PortCastelló, de cuya Fundación es vicepresidenta.

Hace unos meses se cumplieron 25 años de su incorporación como primera socia en la historia del Casino Antiguo de Castellón, entidad que en 2014 obtendría el título de Real. Junto a ella se incorporaron a la entidad Mª Teresa Aranda Catalá, Kate Heydorn Rethmeier, Milagros Morales Monsalver y, apenas un mes más tarde, Asunción Ballester Bustos. A la nómina de mujeres asociadas se sumaron a primeros de enero de 1997 Mª Luisa Belles Yáñez y Mª Luisa Yañez Hernández.

- Hoy es 8 de marzo de 2022. ¿Qué significado tiene el Día de la Mujer para una empresaria que ha vivido el primera línea la evolución de la sociedad y la economía en la segunda mitad del siglo XX y esta primera parte del XXI?
- Este día pone de manifiesto todo lo que queda aún por avanzar en el campo de la igualdad de oportunidades, pero también es un día para celebrar los logros que se van obteniendo.

- Mirando hacia atrás, usted tuvo que hacerse cargo del negocio familiar de muy joven. ¿Cómo recuerda ese momento? ¿Cómo se veía y cómo cree que la veían los demás?
- Pues yo me veía obligada por las circunstancias. Eran otros tiempos. Y ¿cómo me veían los demás? Pues supongo que como un bicho raro por el simple hecho de ser mujer. Hay que tener en cuenta que una mujer llevara las riendas de un negocio en aquel entonces era algo insólito. ¡Pero si con que tuviéramos carnet de conducir ya éramos de otro planeta! La sociedad de aquella época – y hablamos de hace muy poco tiempo- predestinaba a las mujeres a los oficios domésticos y poco más. Cualquiera que no atendiese a este rol era vista como algo extraño.

- ¿Cómo evolucionó esa percepción?
- Pues no crea que no tardó en evolucionar… estos cambios suelen tardar años, décadas y, a veces hasta siglos… pero sí, la evolución ha sido notable en estos aspectos. Solo basta ver cómo hoy las mujeres llenan la universidad y alcanzan puestos de responsabilidad en las empresas. Es cierto que no es oro todo lo que reluce, porque la brecha salarial, los problemas de conciliación, etcétera, siguen ahí. Pero hemos avanzado muchísimo y los bichos raros ya son menos raros.

- ¿En qué hemos progresado más en materia de igualdad y en qué menos?
- Hemos progresado mucho en el ámbito de la educación, en la cultura… pero seguimos lastrando muchos problemas sociales derivados de la percepción social que tienen nuestros jóvenes. Los estudios hablan de que aún existen demasiados complejos y estereotipos que hay que dejar atrás. En cuanto a la economía, a las empresas, creo que vamos avanzando, pero muy a poco a poco. Solo el hecho de que una mujer tome el timón de una empresa ya es noticia, cuando en realidad lo bueno sería que fuera noticia indistintamente si fuera mujer u hombre.

"Veo a las mujeres empresarias que hoy empiezan y me veo a mí misma a su edad. POR FORTUNA, el entorno social actual es más amable hacia su actividad que lo que yo me encontré. Ahí sí veo un cambio enorme"

- ¿Cree que en la empresa se ha avanzado más o menos que en la Administración?
- Pues diría que en la Administración se ha avanzado más por razones ideológicas de quienes están al frente de ellas. Luchar contra las desigualdades es o debiera ser, según el caso, una razón de Estado y es normal que quienes las combaten -me refiero a los representantes políticos- empiecen por su casa… pero por otro lado, también es verdad que hay empresas modélicas en este aspecto.

- En general, ¿cree que los hombres hemos entendido el nuevo papel de la mujer en pie de igualdad? ¿O todavía quedan muchas resistencias?
- Sin duda queda mucho. ¿Que hemos avanzado? No le quepa la menor duda. ¿Pero que hay resistencias? Y tanto. Una mujer, por el simple hecho de serlo, tiene hoy menos posibilidades de promoción en muchos ámbitos económicos, sociales… ya me gustaría a mí decir lo contrario, pero es así. Siguen los roles que atribuyen a la mujer una responsabilidad extra hacia asuntos que tienen que ver con los hijos, el hogar… además de asociarlas con trabajos con una menor cualificación. Etcétera.

- ¿Qué medidas serían útiles hoy para que una mujer no viera limitada su progresión profesional por la maternidad?
- En primer lugar, un cambio de mentalidad. La maternidad no es un problema. Nunca lo debe ser. Lo importante es concienciarse de que la maternidad es una oportunidad tanto para la empresa como para la empleada. Una madre puede promocionar en su puesto de trabajo tanto como lo puede hacer un hombre. Cambiar esa mentalidad es lo que nos está costando.

- ¿Por qué cree que es una oportunidad para ambas partes?
- La maternidad aporta estabilidad emocional, por no hablar de los aspectos demográficos, que son muy importantes en estos tiempos para las personas. Y si eso es importante para las personas también lo es para las empresas, cuyos principales activos son las personas. Digamos que es un elemento clave para la estabilidad.

- Usted ha dicho que las cuotas “deben servir para dar el empujón” pero que deben contar más la valía y la capacidad de la mujer.
- Desde luego. Eso de las cuotas no va conmigo, porque creo que la valía de la mujer se debe medir a la de un hombre en igualdad de condiciones. Lo importante es lograr esa igualdad. Imponer cuotas me suena a algo forzado, desmedido. Le diría que, en ocasiones, injusto tanto para las mujeres como para los hombres. Puede ser que en algún momento deba darse de manera excepcional, pero no creo que sea la solución ideal.

- Hoy tenemos una alcaldesa en la capital, una subdelegada del Gobierno y una rectora, al frente de importantes instituciones de la provincia. ¿Diría que en términos de poder institucional, la mujer está mejor que en términos generales en la sociedad?
-Sin duda, estamos mejor. La mujer está llegando a liderar esas y otras instituciones, también las organizaciones políticas… y Castellón es buen ejemplo. En términos generales, sí, la presencia femenina está por encima a nivel institucional.

- Usted trata con empresarias de la nueva generación. ¿En qué se distinguen de usted a su edad, cuando tenía 30-40 años?
- Pues creo que sustancialmente tanto a ellas como a mí a su edad nos mueven las ganas de hacer cosas, de progresar, de ser conscientes de la responsabilidad que un día asumimos… es verdad, veo a las mujeres empresarias que hoy empiezan y me veo a mí misma a su edad. Afortunadamente, el entorno social actual es más amable hacia su actividad que lo que yo me encontré. Ahí sí veo un cambio enorme.

- En el mundo de la empresa, ¿cree que hay habilidades directivas específicamente femeninas, aspectos que son mejor gestionados por las mujeres?
- Pues entiendo que sí. No tengo sólidos argumentos científicos para contrastarlo, pero creo que la mujer tiene un don especial para la comunicación o para los recursos humanos. Pero ya le digo que esto es una apreciación personal. Sinceramente, lo más razonable es pensar que todas y todos estamos capacitados en aquello a lo que nos preparamos y en lo que nos esforzamos. El talento no tiene sexo.

"Eso de las cuotas no va conmigo, porque creo que la valía de la mujer se debe medir a la de un hombre en igualdad de condiciones. Lo importante es lograr esa igualdad. Imponer cuotas me suena a algo forzado, desmedido"

- En 1997 se convirtió en la primera mujer socia del Casino Antiguo, el más antiguo de España, junto a otras mujeres. ¿Cómo recuerda aquel episodio? ¿Recuerda muchas resistencias ante su petición de ingreso?
- Pues fue otra rareza, sí. El Casino Antiguo no es más que un fiel reflejo de la sociedad castellonense. Siempre lo ha sido. Con mi presencia lo único que pasó es que los tiempos iban cambiando. Si hubo resistencias, no fui consciente de ello. He sido una mujer muy afortunada y bien recibida en las organizaciones en las que he participado. Y el Casino Antiguo no ha sido una excepción.

- 25 años después, ¿cómo ve el papel de la mujer en esta institución? En 2014, Felipe VI concedió al Casino el título de Real. ¿Se ha adaptado también a la ‘realidad’ con minúsculas?
-Pues supongo que habrán hecho lo que habrán podido. En una entidad de rancio abolengo, como tradicionalmente se suele decir, los cambios se suceden con cuentagotas, pero sin duda evoluciona como lo hace la sociedad. El Casino Antiguo no es una isla, no es ajeno a lo que acontece a su alrededor. En la última etapa, con Marco Esteve al frente, por ejemplo, hemos podido ver cómo no han parado de organizar eventos con un marcado carácter divulgativo y social al hilo de los acontecimientos que marcaban la realidad de nuestra provincia. Creo que hoy el Real Casino Antiguo es más real, como usted dice.

-Aparte de la tragedia cotidiana que provoca muertes y malos tratos, ¿qué otros efectos tiene el machismo en la actualidad?
- Es una plaga que hay que combatir y hay que estar muy atentos porque se nos cuela en nuestras vidas a poco que nos descuidemos en un mundo marcado por Internet y la fácil accesibilidad a contenidos globales que tienen nuestros niños y jóvenes. Creo que es el gran riesgo que tenemos hoy… el descontrol de contenidos machistas cuyos mensajes malignos campan a sus anchas a través de Internet. Por ello pido más vigilancia de la Administración y más responsabilidad a los mayores, para cuidar de ese tesoro que tenemos y que un día nos tomarán el relevo.

-El 9 de julio de 2013 asumió la presidencia de la Cámara de Comercio de Castellón… y si es reelegida, estará más de una década al frente de la institución. ¿Qué balance hace de este tiempo?
- Pues el balance es positivo en cuanto al logro de objetivos, que tengo que decir que ha sido posible por el equipo que tengo detrás, de los miembros del comité, de los empleados de Cámara. Ha sido una etapa extremadamente difícil marcada por la salida de una crisis brutal, el estallido de la pandemia, las dificultades de recuperación… pero aun así hemos logrado situarnos como una entidad modélica, además de ser la Cámara más saneada económicamente de la Comunitat Valenciana. Eso no se logra sin mucho esfuerzo, mucho sacrificio. Quizá sea ese el mejor balance que le puede hacer: no hay éxito posible si detrás no hay un trabajo de un equipo enorme que lo hace posible.