Manuel Marco: "La política española se parece al 'Fortnite', castiga todo lo que hace el rival"

CASTELLÓ. La pregunta podía resultar complicada, pero Manuel Marco la ha respondido al vuelo. ¿Qué videojuego refleja mejor la realidad política española? Pues el Fortnite Battle Royale. Para quienes no lo conozcan todavía, se trata de un juego que podría recordar perfectamente a la trama de Juegos del hambre. Y es que 100 usuarios en línea acaban en una misma isla, en la que solo uno, o un mismo grupo, logra sobrevivir. Los espacios cada vez son más pequeños debido a la tormenta que azota la isla y, principalmente, gana quien más armas, materiales y destreza tenga. Qué podría tener esto en común con quienes representan nuestros derechos... "Es muy desagradable porque no se premia al que lo hace bien, sino que se castiga todo lo que hace el rival. Nosotros como asociación funcionamos como si fuéramos una tecnocracia, es decir, tenemos a gente experta en su sector porque son quienes mejor lo conocen. Pero si no fuera este el método más adecuado aceptaríamos críticas y lo cambiaríamos. La política española debería funcionar en esta línea, de entenderse con el "rival" y llegar un acuerdo. Les hace falta comprender que las cosas deben hacerse de cierta forma porque es lo mejor, independientemente de quién lo proponga".

En su caso, Manuel Marco ha impulsado la UJI Game experience, una lan party en la que estudiantes universitarios se reúnen con sus ordenadores y proyectos para tratar de darse a conocer. Hay torneos, charlas, máquinas recreativas, merchandising o hasta un escape hall. Pero especialmente, lo que desprende este encuentro es colectividad. La unión de un sector que, pese a pasar horas y horas de soledad frente a una pantalla, no se entiende sin ser un gremio. "La base principal es crear un clima donde se esté a gusto y donde se den las herramientas necesarias para crear una pequeña comunidad, porque es así, interactuando uno con otros, como se puede reactivar el sector. La realidad es muy distinta a como se suele presentar en las noticias, jugamos muchas horas, pero sobre todo disfrutamos y salimos como amigos", explica el profesional. 

Fue hace cinco años cuando se crearon las estructuras de este encuentro que por cuarta edición ocupa la Universitat Jaume I de Castelló, si bien en sus inicios arrancó desde el municipio de Onda a modo spin off. La idea, igualmente, estuvo gestionada tiempo atrás por la licenciatura de informática, aunque en este caso la cita estaba más enfocada a su vertiente tecnológica que de entretenimiento. La Game Experience adopta este nombre para poder abrirse, por ejemplo, a los juegos de mesa o disputarse torneos de ping pong. Ahora bien, que la apariencia no os engañe; como señala Marco, hasta los propios organizadores pueden sacar partido a la actividad mostrando sus proyectos ante un público dispuesto a probar experiencias nuevas. Son, efecto, cinco días- hasta el 29 de abril - y 24 horas en marcha, bajo un mismo techo en el que se esperan al menos 350 personas (contando los setenta trabajadores implicados en su desarrollo). 

"La idea es que poco a poco se convierta en una feria, aunque lo genial sería que fuera también un sitio donde se pudieran desarrollar videojuegos en un fin de semana. Pero, para ello necesitamos la ayuda del Ayuntamiento. De hecho, mi objetivo es en un plazo máximo de cinco años hacerme autónomo para poder contratar así a mis compañeros y crear una empresa. Pero de momento no podemos dejar de ser una asociación universitaria, dado que hace falta hacer acopio de mucho material", indica Manuel Marco.

Los videojuegos "no son conocimiento vacío"

Que el don't stop no asuste a nadie. Manuel Marco compara el ritmo continuado de la Game Experience con cualquier festival donde también su público debe descansar. "Evidentemente no vas a pasarte todo el día jugando, porque es malo para la vista. Hay que hacerlo con seguridad", apostilla. Aunque este no es del todo el caso del youtuber Daaviis, quien pretende alcanzar un récord Guinness al pasar 136 horas en un maratón gamer. "Es la primera vez que traemos a un youtuber. No suelo tener especial devoción por estos, porque lo que quiero es que la gente venga a participar y a jugar no a ver a otros", afirma el organizador, quien considera, además, que el furor que se vive en la popular plataforma de vídeos por los videojuegos no termina de ayudar al sector, sino más bien de expandirlo. "Es como si diluyes azúcar en café; a más café menos sabor del azúcar. La gente en esta plataforma quizá es más fanática que jugadora. Pero, por eso mismo, ahora es más fácil encontrar a usuarios a quienes les guste el género, ya sea de forma casual o competitiva ", explica Marco. Así, como es común, la actividad cuenta con la participación mayoritariamente de hombres de entre 18 y 30 años, 'amantes' de los ordenadores o también del manga. 

Por otra parte, además de dar pie a partidas de Fornite o del Guitar Hero, la propia feria propone ponencias impartidas por profesionales del sector. Antonio Loriguillo, ex alumno de la UJI será el primero en arrancar hoy a las 12h. También, el jueves (a las 18h) se espera la charla del periodista Israel Mallén, que señalará varias claves sobre las fortalezas, debilidades y nuevas tendencias de la profesión. Por lo que hace al viernes se espera, a las 16h, a los conocidos gamers Pazos y Eric; y a las 18:30 al Catness Game Studios, también ex alumnos del grado de la UJI y profesionales del sector que ya cuentan con dos trabajos en el mercado. Finalmente, el sábado, abrirá a las 12h el Gorokou Team, quienes profundizarán en el cosplay, moda en la que se usan disfraces, accesorios y trajes que representan un personaje específico de ficción. Más adelante, a las 17h, Carlos Hernández dará algunos pasos a seguir para, tras finalizar los estudios, lograr encontrar trabajo en una empresa grande, como ha sido su caso en el Ubisoft Sofia. A las 18h, será el turno de Francisco Sayas, experto en impresión 3D. Y finalmente, a las 19h, Nyanncatt hablará de la incorporación del 3D en el mundo del cosplay para crear accesorios. 

"Los videojuegos no son conocimiento vacío, se puede aprender mucho. Por ejemplo, en el caso del Guitar Hero, a nivel mecánico y motriz, estos jugadores tienen más agilidad que cualquiera. Pero además, puedes aprender a trabajar en equipo, ejercitas la memoria para acordarte de todos los ítems y tienes habilidades matemáticas. Siempre pongo por caso -aunque a mi madre no le gusta- que de pequeño leía a la velocidad que los videojuegos me permitían y por eso, saqué ventaja a otros compañeros de clase", confiesa el castellonense, quien ve, sin embargo, un claro "salto generacional" en la forma de concebir estos productos por parte de los niños de ahora. "Hemos crecido de forma distinta pero, pase lo que pase, la ilusión por el videojuego no se va a desvanecer". Aun así, para que este sentimiento no se apague entre los propios desarrolladores, el sector no se cansa de demandar "facilidades" para crear. "En España no hay una dedicación alta por el videojuego porque los profesionales se topan con las dificultades de ser autónomo y no logran remunerar sus horas", concluye Marco.