CASTELLÓ. La primera visita oficial del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al Ayuntamiento de Castelló este miércoles tras su toma de posesión ha culminado con una comparecencia de marcado carácter reivindicativo por parte de la alcaldesa Amparo Marco. Tras la foto de rigor con representantes de la corporación municipal y una reunión a puerta cerrada de algo más de media hora, Puig y Marco comparecían ante los medios para escenificar su primera toma de contacto en el inicio de la nueva legislatura. La alcaldesa empezaba agradeciendo la presencia del jefe del Consell y sus "esfuerzos" por la ciudad para, acto seguido, advertirle que "Castelló va a seguir siendo reivindicativa".
Marco ha dedicado su intervención a desplegar las cuentas pendientes de la Generalitat con la capital de la Plana: la tramitación del Plan General "para aportar seguridad jurídica" al urbanismo de la ciudad, la culminación de la ronda de circunvalación, así como el proyecto compartido con el Consell del edificio Borrull.
En apenas cuatro minutos de discurso, Marco ha incidido repetidamente en sus reivindicaciones ante Puig, al que ha apelado de manera directa: "Sabemos que siempre has estado ahí y sabemos que seguirás estando, pero también quiero que sepas, y lo digo públicamente, que la alcaldesa de Castelló y el equipo de gobierno estarán reivindicando lo que creemos que es lo mejor para Castelló y para incrementar los niveles de calidad en una ciudad que ha sido históricamente el farolillo rojo de los presupuestos de todos los gobiernos".
Marco también ha traído a colación la etapa de Puig como alcalde de Morella para recordarle que "los vecinos y las vecinas no entienden de competencias y cuando tienen un problema, ¿a dónde van?, al Ayuntamiento". Por ello, ha reclamado más financiación municipal e "ir de la mano" para exigir recursos al Gobierno central que permitan "prestar servicios de calidad".
"Así que, bienvenido, siempre con los brazos abiertos, pero también siempre diciendo lo que tenemos que decir, que para eso nos han elegido los vecinos y vecinas", concluía la alcaldesa en alusión al presidente de la Generalitat.
Por su parte, el jefe del Consell ha reconocido que "un alcalde o alcaldesa ha de ser reivindicativo" y no quedarse "en su zona de confort", pero también ha apelado a la "alianza efectiva" de la Generalitat con la ciudad de Castelló. Además, ha afirmado que "hay muchos proyectos que ahora se harán realidad" y que ya están "en marcha", como la aprobación definitiva del Plan General.
Puig ha alabado el Acord de Fadrell, el nuevo pacto de gobierno municipal suscrito este martes por el PSPV, Compromís y Unides Podem-CSeM-EUPV. "Es un hecho significativo de buena gobernanza, de capacidad de diálogo, de generar estabilidad para la ciudad de Castelló por encima del partidismo", ha elogiado. "Creo que es un avance considerable, porque eso genera confianza, y el valor más importante en la política es la confianza", ha apuntado Puig, quien ha afirmado que los ciudadanos de Castelló ahora tienen "un gobierno sólido que puede orientar políticas de progreso durante cuatro años", por lo que ha dado la enhorabuena a los socios del Ejecutivo local.
Otro de los frentes con los que ha tenido que lidiar en las últimas semanas el dirigente socialista ha sido la brecha interna abierta en el PSPV por la lista de diputados provinciales. Postuló como presidenta de la Diputación de Castellón a la alcaldesa de la Vall d'Uixó, Tania Baños, pero la ejecutiva provincial del partido encabezada por su secretario general, Ernest Blanch, apostaba por Josep Martí, quien finalmente ocupará el cargo.
Las relaciones en el seno del partido, con un sector crítico liderado por el alcalde de Vila-real, José Benlloch, e integrado por algunas comarcales que amagaban hasta el último momento con presentar listas alternativas, se han tensado a causa de los nombramientos propugnados por la dirección provincial, que dejaba fuera a munícipes de relieve.
A preguntas de los periodistas sobre la entrada del PSPV al gobierno de la Diputación tras 24 años de mandatos del PP, Puig ha querido subrayar que él es "muy respetuoso" con su papel como presidente de la Generalitat, aunque ha dicho que para Castellón "es muy importante que se haya producido el cambio, pues han pasado muchas cosas en el pasado en la Diputación".
Al respecto, ha valorado que a partir de ahora la institución provincial vaya a estar "vinculada a los intereses de los ayuntamientos fundamentalmente, porque son ellos los que tienen la legitimidad democrática de origen", y espera que haya cooperación con la Generalitat.
Puig ha confirmado, además, que asistirá a la constitución de la nueva corporación provincial este viernes. Su presencia en el pleno será el primer gesto público para normalizar las relaciones con el PSPV provincial tras los desencuentros de las últimas semanas.
(Fotos: ANTONIO PRADAS)