Miles de kilómetros para pintar en vivo: la gira por América de Ana Beltrán

CASTELLÓ. Va a necesitar algo de tiempo Ana Beltrán Porcar para asimilar la gira que acaba de hacer por América. "Vengo con sensación de resaca. A nivel personal ha sido muy enriquecedor y a nivel artístico muy intenso. Vienes con todo el hype y ahora he de poner los pies en el suelo", cuenta la castellonense, que volvió a casa a mediados de diciembre.

No es usual que una pintora recorra en tan poco tiempo ciudades como Mexicali, Tijuana o Los Ángeles. Es más propio de cantantes hacerse este tipo de tours para dar a conocer sus trabajos. En su caso, Beltrán ha sentido el calor del público gracias a los shows de live painting que ha ofrecido tanto en solitario como acompañada por su banda Cronomáticas. En ella Alberto Heredia toca la batería; Gizelxanath Rodríguez canta y toca la guitarra y el chello; mientras que Ben Barson toca el Saxo, el tulsi y la flauta. Por su parte, la castellonense se encarga de hacer fluir la pintura sobre un lienzo de enormes dimensiones mientras la música de su banda la acompaña. 

"Es una performance más teatral. Hay una narrativa integrada que hemos creado entre todos. Hicieron falta varios ensayos", explica Beltrán. La agrupación multidisciplinar llevó este show hasta el Festival Noches de Jazz de Ensenada y también actuó en Tijuana y Mexicali, gracias a la Universidad Autónoma de Baja California. 

Más tarde, Beltrán actuó en Los Ángeles, en la Blk Box Gallery de San Diego, acompañada por el grupo de free jazz Ebaugh, los tijuanenses The Jet Jets y los locales Pacali. En este caso, la artista se dejó llevar totalmente. "Siempre intento formarme e investigar. Pero los grupos no tenían la música subida a Internet y no los pude conocer hasta el momento del show, así que improvisé", cuenta la castellonense, que blandió su pincel y golpeó la pared con los colores que le inspiraba la música. Aquí mismo, Beltrán inauguró la exposición Colors con ilustración y pinturas creadas hacía varios años. 

Mover el arte más allá de exposiciones

Todo empezó cuando el festival Ultrasons de l'Alcora propuso a la artista acompañar un evento de improvisación de jazz con pintura en vivo. "Duró toda la tarde, porque era una sesión abierta en la que podía subir a tocar quien quisiera. A partir de entonces se me ofreció la posibilidad de crear un grupo multidisciplinar, pero ya no quiera que fuera una cosa improvisada, sino que tuviera un concepto más profundo. Me parece un proyecto muy enriquecedor y desde entonces combino la creación de obras con estas acciones". 

El live painting le permite a la castellonense poder acercar su arte de forma más fácil. Además de que es una vía de ingresos más, es más fácil de trasladar que las exposiciones convencionales. "Normalmente no puedes ir al extranjero si no es porque una galería te contacta para una exposición de larga duración o porque accedes a una residencia artística. Sin embargo, las performance son más fáciles de llevar de un sitio a otro. Has de ensayarlas, pero te ocupan solo un día. Tienen mayor salida por eso". Es, en definitiva, como los bolos que hace los cantantes a lo largo de una gira. Este tipo de iniciativas "te permiten llevar tu proyecto a más lugares". En su caso la artista ya conocía Mexicali, porque estuvo residiendo un año, pero ha podido descubrir lugares nuevos y acompañarse de otros artistas y gente de la zona. 

Un trabajo contra la violencia machista

Además de estas actuaciones, Beltrán inauguró otras dos exposiciones: Des de l'Amor en la Fear Gallery de Mexicali y Per bruixa en la Angulo Galeria de Tijuana. También ha dado una conferencia sobre los procesos creativos que sigue para su obra y junto a la bailarina Christina Evans desarrolló una vídeoperformance. Además, colaboró en la creación de un mural del artista de Mexicali Pablo Castañeda. 

En Des de l'Amor y Per Bruixa, Beltrán busca concienciar sobre la violencia machista. La artista se sirve de datos sobre la misma y su impacto en la sociedad de la información, para ver cómo cambia su repercusión según el trato que se le dé. Pero además, en Per Bruixa visibiliza los estereotipos actuales sobre la mujer. En su obra, la castellonense pone en valor conceptos de empoderamiento como la independencia, el movimiento y la libertad. Un arduo trabajo de investigación que trató de adaptar de la mejor manera al contexto sociocultural mexicano. 

Reconoce la artista que no sabía cómo presentar estos trabajos fuera de España, por tener una legislación y una realidad social completamente distinta a la nuestra. "Iba nerviosa, pero fue el propio público el que se encargó de sacar sus propias conclusiones y hacer la comparativa", señala la pintora, quien además dio una conferencia sobre violencia de género en la UABC coincidiendo con el 25N. "Me sentí muy acogida. Recibí un buen feedback", apostilla. 

Ahora la artista debe aterrizar de esta experiencia que tanto cambia, inevitablemente, a una como persona y como artista. Después de hacerlo, le espera un "mega proyecto" del que todavía no puede desvelar información.