VILA-REAL. La victoria del Villarreal de este miércoles por 1-3 frente al Sion dejó muchas notas positivas más allá del resultado favorable, pero si un nombre ilusionó a la afición grogueta por encima del resto es el de Pape Alassane Gueye.
El franco-senegalés, que llegó libre hace poco más de 20 días y firmó hasta junio de 2028, demostró personalidad y calidad en su debut con su nueva elástica y ha desatado multitud de comentarios positivos por parte de la afición.
En la primera mitad el centrocampista de 25 años se desenvolvió en la medular, la posición a la que está más acostumbrado, formando junto a Santi Comesaña una dupla que hizo circular el balón a buena velocidad y se entendió perfectamente. Además, no tuvo reparo en arriesgar en varias ocasiones para salir con el balón jugado.
Más sorprendente resultó la posición que tomó en la segunda parte, colocándose prácticamente como delantero centro junto al neerlandés Arnaut Danjuma. Lo cierto es que no se le vio nada incómodo en ese papel, ya que aprovechó su 1,89 de altura y su imponente físico para ganar los duelos a los defensores.
Incluso redondeó su actuación con un tanto, el que sirvió para poner el 1-1 en los primeros compases de la segunda mitad. Hizo valer una gran jugada de Yeremy Pino, que fue la otra gran estrella del encuentro, para regatear al portero del conjunto suizo y anotar con su pierna izquierda sin ponerse nervioso.
“Estoy muy contento por mi primer partido, mi primera victoria y también mi primer golazo aquí en el Villarreal”, señaló con una amplia sonrisa tras el encuentro. “Estoy contento porque tenemos una familia en el equipo y espero que hagamos muy buenas cosas en el futuro”, añadió.
Así, parece que la adaptación de Gueye al equipo está siendo rápida y muy positiva, probablemente ayudado por el hecho de haber sido entrenado previamente por Marcelino en el Olympique de Marsella. “Conoce mis cualidades y pienso que es una oportunidad jugar a sus órdenes”, adelantó el centrocampista hace un par de semanas en su presentación.