CASTELLÓ. ¿Y si es cierto eso que dicen de que en verano el tiempo pasa más rápido de lo normal? En un abrir y cerrar de ojos el mes de julio quedará en anécdota y tocará ir dando la bienvenida a agosto. Un mes que desde hace diez años en Castellón arranca de la mano del Arenal Sound. Será el 2 de agosto cuando el macrofestival de Borriana vuelva a abrir sus puertas tras dos años de parón obligado por el coronavirus. En su caso, a diferencia de lo que ocurría hace una semana con el FIB, el Arenal regresa además sabiendo que su propuesta está totalmente consolidada. Fue esta cita musical la segunda que más público reunió en 2019, solo por detrás del Medusa Beach Festival, contando con 300.000 espectadores, y se espera que la undécima edición repita suerte, puesto que vendió -como es habitual- sus abonos y primeras entradas en cuestión de horas.
Que el festival arrase de nuevo la semana que viene en un contexto como el actual, cuando la oferta de conciertos y festivales es incluso mayor que antes de la pandemia -se habla de que la 'burbuja festivalera' está a punto de estallar- será la confirmación de que la fórmula de The Music Republic, propietaria de ambos festivales, está más que asentada.
Muchas dudas había, en efecto, sobre el 'nuevo' FIB, la primera edición a cargo de la promotora valenciana, que compró el festival en 2019 y optó por ofrecer un cartel más mainstream y nacional con nombres que se podían encontrar en otras de sus citas, desde el mismo Arenal Sound de Borriana al Festival de Les Arts o el Interstellar de Sevilla. Sin embargo, pese a las quejas de los más puristas y de los indies más veteranos que no veían con buenos ojos el cartel y el rumbo que el festival iba a tomar, el FIB recibió en su 26 edición el espaldarazo del público, que abarrotó desde la primera jornada el recinto de Benicàssim.
El FIB que lleva años a la deriva, logró convencer con un cartel sin riesgos, con abonos muchos más reducidos, pero dirigirse a un público de masas interesado en Kasabian o Izal, le valió para asegurar su continuidad. David Sánchez, CEO de The Music Republic, asegura no sentirse "sorprendido" por la buena respuesta del público. "El FIB iba a ir bien, porque ya sabemos el asistente cuál es. Después de tres años la reacción ha sido muy buena y lo está siendo, de hecho, de manera generalizada en todos los festivales que tenemos", señala a Castellón Plaza.
Con todo, el nuevo dueño del FIB prefiere no dar pistas sobre la futura edición; ya mira a su segundo producto de éxito en la provincia, el Arenal. "Acabamos de terminar y tenemos todavía muchas citas por delante. Vamos partido a partido. Lo próximo es el festival de Borriana", expone Sánchez, quien defiende "la línea artística" que están siguiendo todas sus propuestas. Un modelo pensado para el público nacional, con artistas que suenan en las radios generalistas, pero sin olvidar unos cuantos nombres internacionales con los que continuar enganchando al fiber extranjero.
Como sea, es evidente que, además del tirón con el todavía cuenta el Festival de Benicàssim, su política de precios parece gustar a un público generalmente joven que empieza a ir por primera vez de festivales. Sin desvelar todavía nombres, ya está confirmado que el FIB regresará del 13 al 16 de julio de 2023 y a partir del 22 de septiembre saldrán los primeros abonos a la venta por un precio de tan solo 39,99 euros. Mismo precio que los que sacaron en 2021 para la cita musical de Burriana.
Sobre el Arenal no hay mucho nuevo que contar. El Festival vivió su décima edición en 2019 y como venía siendo habitual congregó a cientos de miles de jóvenes que cada verano esperan el evento de Borriana como agua de mayo.
Definía el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, en la rueda de prensa de aquel año como un "milagro" el Arenal Sound por verano tras verano, "convencer, seducir y fidelizar" a un público que desde diferentes puntos del país llegaba a una provincia desconocida como Castellón. Toda una "operación de marketing" -así se ve también a estos proyectos culturales- que se había de aprovechar porque, a su juicio, el Arenal es una "gran incubadora de futuros turistas".
Una edición normal del Arenal podía generar antes de la covid un impacto de más de 40 millones de euros y 4.500 puestos de trabajos, directos e indirectos, de los cuales 900 se creaban en la misma ciudad, según datos del ayuntamiento. Ahora bien, además de que el contexto ya no es el mismo, en este tiempo han emergido multitud de festivales nuevos y semanalmente hay eventos de características similares a los que asistir por todo el país.
Así, en lo que llevamos de temporada, se ha celebrado el Festival de Les Arts en València, el FIB en Benicàssim, el Mad Cool en Madrid, el BBk en Bilbao y quedan por celebrarse el Low Festival en Benidorm, el SOM Festival en Castelló y el Granada Sound, entre otros ciclos de conciertos.
El Arenal Sound que durante años ha estado el primero en el podio podría ver cómo otros le quitan el trono. En cualquier caso, The Music Republic ha continuado la línea de años anteriores y no se le escapan nombres bien conocidos y seguidos en las redes.
Para el jueves, el Arenal espera al rapero puertorriqueño Myke Towers, a Ñengo Flow, Recycled J, el actor de La casa de papel Jaime Lorente o el amigo de la infancia de Aitana, Marmi, con quien grabó 'Tu foto del DNI. Mientras tanto, el viernes será el turno de Bizarrap, Duki y grupos nacionales como La Oreja de Van Gogh, Despistados y Lola Indigo. Para el sábado, el macrofestival ha citado a C. Tangana, Cali y El Dandee, Eladio Carrión y Pole. Finalmente, los sounders se despedirán el domingo con Afrojack, Rels B, Omar Montes, Bad Gyal y Belén Aguilera.
Eso sí, en los días previos, la música empezará a sonar en el único escenario habilitado -el Trident Stage- que recibirá a Luna Ki, La Zowi, Quevedo, Mygal, ChemaRivas, Cano o Cruz Cafuné.