CASTELLÓ. La suerte está echada. Se acabó una campaña interminable, extenuante... y pasada por agua como hace cuatro años. Los candidatos a la alcaldía de Castelló pusieron este viernes el colofón a una agotadora carrera electoral. Sin los alardes logísticos ni las puestas en escena de los grandes mítines, cada alcaldable celebró el último acto antes del 28M a su manera y pidiendo el voto. En unos casos, para seguir con los "avances progresistas"; y en otros, para propiciar "un cambio". Sin embargo, todos los alcaldables coincidieron en trasladar un mismo deseo en su postrero mensaje: la necesidad de que este domingo se produzca una masiva movilización.
Y es que los bloques de la izquierda y la derecha se juegan mucho. A diferencia de las convocatorias de 2015 y 2019, los sondeos muestran una gran igualdad. Incluso, algunas encuestas internas apuntan hacia un empate técnico en el Ayuntamiento de la capital de la Plana. De ahí que el esfuerzo de los líderes de cada formación en estas últimas semanas haya sido mayúsculo. Se ha pisado la calle más que nunca, con agendas abarrotadas de encuentros con colectivos de la sociedad civil, mesas informativas, entrevistas en medios de comunicación y debates electorales.
Conscientes de que cada voto cuenta y puede decantar la balanza, el maratón de actos ha sido inacabable. La importancia de estos comicios también se ha notado en el desfile de líderes nacionales. Desde el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, pasando por la ministra de Igualdad, Irene Montero, hasta los expresidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero han visitado Castelló. Otros, como el candidato de Compromís a la presidencia de la Generalitat, Joan Baldoví, directamente han establecido su segunda residencia en la ciudad.
Todas las formaciones han recurrido a sus grandes baluartes para arropar a los alcaldables. Eduardo del Pozo (Ciudadanos) ha contado el apoyo de la referente autonómica, Mamen Peris. Por su parte, Espinosa de los Monteros e Ignacio Garriga han proyectado la imagen de Antonio Ortolá (Vox). En Compromís, además del citado Baldoví, han sido constantes los actos de Vicent Marzà con el candidato Ignasi Garcia, al que también ha mostrado su apoyo el líder de Más País, Íñigo Errejón.
Unidas Podem y Esquerra Unida se han volcado con Marisol Barceló. El candidato a la presidencia de la Generalitat, Héctor Ilueca, ha participado en varios actos con la alcaldable de la confluencia. Asimismo, se ha dejado ver la candidata a Les Corts y exconsellera, Rosa Pérez, sin olvidar esa visita de la citada Montero.
Si han habido dos partidos que han hecho una demostración de fuerza con sus líderes son el PSOE y el PP. La alcaldesa, Amparo Marco, ha tenido el respaldo de los mentados Sánchez y Zapatero, así como de las ministras de Ciencia e Innovación y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Diana Morant y Raquel Sánchez, respectivamente. En la presentación como candidata, a principios de abril, contó además con el aval del portavoz del grupo socialista en el Congreso, Patxi López. Por otro lado, desde el arranque de la precampaña los mítines compartidos con el president, Ximo Puig, se han sucedido.
En el caso de la aspirante popular a la alcaldía, Begoña Carrasco, la dirección nacional igualmente ha apostado fuerte por ella. Al margen de las constantes presencias del presidente del PPCV, Carlos Mazón, han visitado la capital en los últimos meses el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida; el portavoz de campaña, Borja Sémper; el vicesecretario Institucional, Esteban González; el citado Rajoy y la secretaria general del PP nacional, Cuca Gamarra.
Más allá del desfile de líderes nacionales, otro elemento que ha caracterizado la campaña de los seis candidatos con representación en el Ayuntamiento de Castelló ha sido la tensión dialéctica, con el PSPV y el PP como principales protagonistas. Los rifirrafes se han repetido desde el primer acto. Esa agresividad ha ido en aumento con dos fechas clave: el lunes 15, cuando el Partido Popular anunció una nueva causa contra Puig por las facturas a su hermano (todavía no ha presentado el escrito en el juzgado); y este pasado lunes, cuando los socialistas formalizaron una denuncia ante la Fiscalía por las pintadas CorruPSOE, señalando directamente a la principal fuerza de la derecha como responsable de la campaña de "desprestigio".
Tampoco han faltado los debates electorales. Tanto en el primero, organizado por adComunica, como en el último, celebrado por À Punt, los alcaldables han evidenciado lo mucho que se juegan este domingo y han deslizado los pactos de gobernanza. Eso sí, Carrasco siempre ha evitado mojarse sobre un posible acuerdo con Vox pese a la invitación pública del partido de extrema derecha.
Este domingo, se librarán en las urnas numerosas batallas en la provincia. Por un lado, los bloques de la derecha y la izquierda se disputarán el control de los ayuntamientos, con especial atención a Castelló, Vila-real, Burriana, Benicàssim, Onda, Almassora, Oropesa y Vinaròs, entre otros. La Diputación Provincial será otra lucha encarnizada, en vista de que en 2019 se decidió por un solo diputado en favor de la coalición que forman el PSPV y Compromís. El tercer punto caliente de la jornada estará en Les Corts. Los principales líderes autonómicos no han parado de repetir que Castellón puede ser esencial para decidir el nuevo Gobierno valenciano. En total, 430.235 castellonenses, de los que 10.855 son españoles residentes en el extranjero, tendrán derecho a voto.