CASTELLÓ. "Aunque el homenaje es todo un reconocimiento tampoco me quiero poner muchos méritos. Eso sí, es bonito ver a la gente joven dando los mismos pasos. Que el transformismo no se acabe nunca porque es un espectáculo bonito y sacrificado". Hace ahora tres años que la transformista y activista Pepa Wells pronunciaba estas palabras en una entrevista para Castellón Plaza. El colectivo Queer Fest decidió homenajearla aquel año por su lucha durante más de cuatro décadas en favor de los derechos LGTBI. Lo que nadie sabía por entonces es que su labor se vería recompensada con el tiempo con una escultura que la recordaría para siempre.
Hace poco más de un año que Pepe Aguilar falleció como consecuencia de una larga enfermedad. Una perdida que el Grau, especialmente, lamentó profundamente. Llevaba tiempo el artista ofreciendo sus espectáculos en el pub La Pacheca. Wells era un icono y tras su perdida fueron muchos los que pidieron al Ayuntamiento un homenaje mayor. Una petición que este viernes se ha hecho realidad con la creación de una escultura de bronce realizada por el castellonense José Manuel García Cerveró, Jere.
La obra ha sido inaugurada este viernes ante la emoción de sus familiares y amigos en la avenida Sant Pere del Grau. Una escultura que recuerda a Pepa Wells sentada después de una de sus actuaciones como transformista. Se trata de una pieza con una altura de 1,5 metros sobre un pie de piedra de 0,50 metros, y con un peso aproximado de 200 kilogramos.
"Como símbolo para toda la comunidad LGTBI castellonense, y como memoria e historia LGTBI del Grau y de Castelló, reivindicamos hoy su figura, un espejo para muchos castellonenses", ha señalado la concejala de Cultura y responsable de la instalación, Verònica Ruiz, quien ha añadido: "En el Grau, permanecerá ya por siempre una escultura para honrar la reivindicación y valentía de Pepa Wells en aquella conservadora y franquista sociedad local de los años 60 y 70, luchando para cambiar la situación de los colectivo LGTBI mientras sufría la represión del régimen y la discriminación por su condición sexual".
Estuvo toda la vida Pepe Aguilar luchando en la defensa de los derechos y libertades del colectivo LGTBI a Castelló, y trabajando para normalizar el hecho de ser transformista. Como homosexual declarado, no tuvo unos inicios fáciles en una época represiva con los que eran, pensaban y sentían como él. Pionero en esta lucha, en 1977 participó en la primera manifestación que se hizo en Barcelona a favor de la Ley de Peligrosidad y Reforma Social, y fue allí donde conoció a José Pérez Ocaña, revolucionario performer y activista LGTBI y donde aprendió el arte del transformismo para, posteriormente, volver a casa, al Grau.
Como bien decía la Pepa, vivió todos los colores políticos, desde el franquismo hasta la actualidad. Un presente en el que lamentablemente toca recordar más que nunca los derechos del colectivo.
"Parece que vamos para atrás, collons. Aunque donde yo suelo actuar, en La Pacheca, nunca he oído malas palabras de la juventud. A mi me besa todo el mundo, da igual que sean heteros".