CASTELLÓ. El Grupo Santander desarrollará finalmente el conocido como PAI Peñíscola Parc, un sector paralizado y pendiente de urbanización en el municipio castellonense que engloba más de 100.000 metros cuadrados de suelo. El 'brazo' inmobiliario del grupo, la compañía LandCo, es la promotora del desarrollo al ser propietario de la mayoría de los terrenos en una operación urbanística que ya tramita el Ayuntamiento de Peñíscola y que recientemente ha sacado a exposición pública.
Concretamente, el sector urbanístico que quiere desarrollar la firma inmobiliaria cuenta con 102.973 metros cuadrados -quedan en 99.341 si se descuenta una rotonda de acceso- y su uso predominante es el residencial, tal como consta en los últimos documentos presentados por LandCo este mismo año. Según los mismos, habrá 51.025 metros cuadrados dedicados al residencial privado y se prevén hasta un máximo de 447 viviendas.
Por otro lado, el desarrollo tendrá también 4.500 metros cuadrados de zonas verdes, que contarán con jardines, parques y zonas de uso deportivo-recreativo, y quedarán concentradas en el centro de la nueva urbanización, rodeadas por el resto de edificios de viviendas y dotacionales. Para este último uso, el de las dotaciones, se han reservado terernos de 10.521 metros cuadrados en total. Y además, se exige una reserva de aparcamientos de uso privado con unas 250 plazas aproximadamente y con la posibilidad de construir parkings subterráneos.
La nueva urbanización de Peñíscola estará situada a las afueras del núcleo municipal, adosada a la CV-131 y sobre el barranco dels Mongells. Este, según el proyecto, "no tiene relevancia topográfica, aunque conviene preservar su valor paisajístico, medioambiental y su importancia hidrográfica". En ese sentido, los planos mantienen inalterado el accidente geográfico -sobre el que cruzarán dos calles-, que servirá para evacuar las aguas pluviales del sector.
La compañía propiedad del Grupo Santander se ha constituido en agente urbanizador del sector al constatarse que es dueña de más del 65% de los terrenos incluidos, y promueve el desarrollo como un Programa de Actuación Aislada (PAI).
Actualmente, la mayor parte de los terrenos incluidos en el plan "permanecen sin cultivar, a excepción de unos campos de olivos (abandonados) y una parcela edificada y ajardinada que se respeta en el Plan", según expone la compañía promotora. Esta última parcela mantendrá su uso residencial al ser compatible con la ordenación del sector.
Las obras de urbanización del sector costarán más de 7,3 millones de euros, según los cálculos realizados por LandCo, e incluyen desde los trabajos previos a las obras -movimiento de tierras, desbroces, demoliciones- hasta el encauzamiento del mencionado barranco pasando por las actuaciones de la propia urbanización. A la postre, el cronograma de la promotora prevé que los trabajos duren unos 14 meses desde su arranque.
Lo cierto es que si finalmente el proyecto sale adelante, resucitará un plan urbanístico paralizado oficialmente en 2020. La ordenación del sector fue aprobada por el Ayuntamiento y la Generalitat en 2005, y un año después fue modificada. La iniciativa urbanística descarriló en el año 2013, cuando la empresa promotora, Ensanche Urbano, se declaró en concurso de acreedores a raíz del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Ahora, el Grupo Santander, mediante LandCo, ostenta más del 65% de los terrenos afectados, de manera que está en disposición de impulsar el desarrollo de nuevo. El proyecto actual toma la ordenación aprobada en 2006 sin grandes modificaciones.
