CASTELLÓ. El Grupo de Investigación Laela (Lingüística Aplicada a la Enseñanza de la Lengua Inglesa) de la Universitat Jaume I ha concluido un estudio pionero sobre los beneficios de los programas educativos plurilingües (Pepli y Pepm) en la Comunitat Valenciana al analizar la competencia lingüística del alumnado que recibe enseñanza de materias de contenido, como por ejemplo ciencias en inglés y otras como matemáticas en valenciano.
La investigación evalúa la efectividad de los programas CLIL (Content and Language Integrated Learning) para el aprendizaje de idiomas y contenidos. Así, se analiza la relación entre las horas dedicadas al castellano, catalán e inglés en el currículum y su uso dentro y fuera del aula, contando con 392 participantes del estudiantado de primaria, su profesorado y familiares. En total, se revisaron 1.176 redacciones escritas en los tres idiomas.
Los resultados revelan que el tiempo de exposición a los idiomas no siempre se correlaciona con un mejor aprendizaje, pero la combinación de exposición en el aula y fuera de ella, especialmente a través de los medios de comunicación, facilita el aprendizaje de idiomas. Además, se encontró que los programas bilingües (castellano-valencià) benefician el aprendizaje del inglés.
Este trabajo está vinculado a la tesis doctoral realizada por Irene Guzmán-Alcón bajo la supervisión de las profesoras Pilar Safont y Laura Portolés, y ha contado con la colaboración de las profesoras Christiane Dalton-Puffer (Universidad de Viena), Cristina Sanz (Georgetown University, Washington), y Otilia Martí y Richard Nightingale de la UJI.
El estudio analiza los programas CLIL en el contexto multilingüe de la Comunitat Valenciana por primera vez, considerando la competencia multilingüe de los aprendices en esta comunidad lingüística. Además, plantea recomendaciones clave para los responsables de la política educativa en el territorio.
Entre estas recomendaciones, se destaca la importancia de fomentar el dominio del inglés sin descuidar los otros idiomas del currículum, puesto que la competencia plurilingüe es una ventaja para el aprendizaje de este idioma extranjero. Por eso, se sugiere promover una integración equilibrada de los idiomas en el currículum y difundir los beneficios de la educación plurilingüe entre el profesorado y las familias.