CASTELLÓ. El Ayuntamiento de la Vall d'Uixó ha iniciado la séptima excavación arqueológica consecutiva en el Poblado de Sant Josep, con una inversión de 15.000 euros. Esta es una de las actuaciones más importantes de recuperación de patrimonio por el lugar que ocupa en la zona superior de les Coves de Sant Josep y que permite complementar la visita y sumar un atractivo turístico más a la ciudad.
De hecho hace dos años empezaron las visitas guiadas a este yacimiento, que se pueden realizar de manera independiente o combinadas con la entrada a les Coves de San Josep. Además el día 11 de diciembre se realizará una jornada de puertas abiertas a los valleros y valleras para que puedan conocer en qué consiste el trabajo arqueológico y la historia del poblado y de las personas que lo habitaron.
La alcaldesa, Tania Baños, ha visitado esta mañana el poblado junto a la concejala de Cultura y Patrimonio, Maria Cruces, y al concejal de Turismo, Jorge García.
Desde 2015 se han realizado siete fases de excavación a cargo de equipos de arqueología profesionales, lo que supone "una clara apuesta por la recuperación de patrimonio" y "un cambio de modelo, porque durante muchos años el Ayuntamiento ha vendido patrimonio y ahora lo recuperamos para que no se pierda", ha apuntado Baños.
En este sentido, la alcaldesa ha mencionado la compra de la Torre de Benissahat, del antiguo edificio de la Schola Cantorum o de los molinos del Acueducto, a los que se suma la restauración de las fuentes históricas y de la Baixaeta del Retor o al relato del Camí de l'Aigua. Así, además de ser "una oportunidad turística" también es un proyecto "que saca el orgullo y el sentimiento de ser de la Vall, por encima de ideologías y de partidos", ha señalado Tania Baños.
El Poblado de Sant Josep es un yacimiento arqueológico con una larga ocupación, aunque los períodos históricos más importantes son el ibérico (siglo VI-II ac) y el romano (siglos IV-V aC). La excavación del año pasado sirvió para encontrar un pequeño tesoro: un par de pendientes de oro, un colgante de oro y seis monedas de plata. Y en los últimos años se ha documentado el extremo norte del asentamiento, cerrado por una muralla y protegido por una gran torre.
